 |
Este año también algunos editoriales volvieron al punto de partida que desató las tragedias de Hiroshima y Nagasaki, para tratar de ofrecer un análisis histórico respecto de si el uso de las bombas atómicas fue realmente necesario. El trasfondo de este debate ha de buscarse en la opinión asesora ofrecida por el Tribunal Internacional de Justicia en julio de 1996, según la cual "La amenaza o el uso de las armas nucleares serían generalmente contrarios a las normas de la ley internacional". |
En concreto, el anteriormente mencionado editorial del Yomiuri se centraba en la cuestión de la responsabilidad de los bombardeos atómicos y trataba de examinar el asunto desde varios puntos de vista. Escribía: "En julio, se celebró un juicio internacional simulado organizado por los ciudadanos de Hiroshima, principalmente víctimas de las bombas atómicas y abogados, en el que se declaró culpables de cometer crímenes contra la humanidad a 15 estadounidenses que se sentaron en el banquillo de los acusados, entre los que se encontraba el antiguo Presidente de EE.UU., Harry Truman, quien tomó la decisión final de utilizar las bombas atómicas, por el papel que éstos desempeñaron en el proceso que finalmente acabó con el lanzamiento de las bombas. En Estados Unidos, la opinión aceptada en general es que el bombardeo atómico ayudó a precipitar el final de la guerra, lo cual contribuyó a reducir el número de víctimas de guerra, un número que, de haber continuado la guerra, podría haber seguido aumentando. Aunque entre Estados Unidos y Japón aún persisten grandes diferencias de opinión acerca del bombardeo atómico, debatir este asunto es algo fundamental." Al sugerir que parte de la responsabilidad habría que atribuírsela a la parte japonesa, proseguía el editorial: "Probablemente, este juicio simulado se celebró en medio de un clima dominado por el sentimiento anti-estadounidense típico de muchos movimientos convencionales antinucleares. El debate racional y tranquilo fue algo que difícilmente se consiguió durante el juicio. Algunos observadores sugieren que el bombardeo atómico podría haberse evitado si la guerra hubiera terminado antes. En varias ocasiones se presentó la oportunidad de acallar las armas, como cuando se produjo la rendición de Alemania; cuando cesaron los combates en Okinawa; o cuando tuvo lugar el anuncio de la Declaración de Potsdam en la que las Potencias Aliadas presentaron a Japón las condiciones para que éste se rindiera. El debate sobre la responsabilidad de la destrucción causada por las bombas atómicas también debe quedar en casa por las acciones de los líderes de Japón y por sus titubeos antes del final de la guerra."
Casualmente, desde septiembre del año pasado, el Yomiuri publicó una larga serie de encuestas sobre la responsabilidad en la guerra de los dirigentes japoneses. Esta serie, que consistía de docenas de extensos artículos a doble página, fue objeto de un especial interés, puesto que se trataba de una empresa de una extensión excepcional organizada por un periódico japonés para examinar la cuestión de la responsabilidad en la guerra de los dirigentes japoneses.
The Japan Brief
Agosto Del 2006
© Copyright 2012 Embajada del Japón en la Rep. Dom. Todos los derechos reservados. ®
|