Los comentarios de la prensa instan a Irán a aceptar la resolución



Dentro del organismo internacional universal de las Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad es el órgano más importante; su responsabilidad es lograr la paz mundial y la resolución de conflictos. El Japan Brief del pasado 6 de febrero de 2006, titulado "La AIEA adopta una resolución para enviar a Irán al Consejo de Seguridad de la ONU por sus sospechas del deserrollo nuclear", ofrece una explicación detallada de las circunstancias que han derivado las conversaciones sobre las sospechas del desarrollo nuclear de Irán al Consejo de Seguridad. En resumen, éstas que vienen a continuación fueron las circunstancias que desembocaron en la última resolución del Consejo de Seguridad:

Al principio, el deber y la autoridad de investigar estas sospechas nucleares fueron confiados a la AIEA. En febrero de este año, no obstante, la AIEA decidió derivar este asunto al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, porque Irán se negó a permitir las inspecciones de rigor y parecía estar preparándose para acelerar sus actividades relacionadas con el enriquecimiento de uranio. En marzo, el Consejo de Seguridad hizo pública una declaración presidencial que instaba a Irán a suspender su enriquecimiento de uranio. Después, en el mes de junio, los cuatro miembros permanentes del Consejo de Seguridad y Alemania propusieron un amplio paquete de incentivos para que Irán suspendiera el enriquecimiento de uranio y le demandaron una pronta respuesta. Sin embargo, Irán fijó su propio plazo para el 22 de agosto y no aclaró su postura. Esta ambigua respuesta por parte de Irán fue lo que precipitó la resolución del Consejo de Seguridad del 31 de julio.

Todos los comentarios aparecidos en los periódicos de tirada nacional de Japón expresaban su apoyo a la resolución del Consejo de Seguridad. El editorial del Asahi Shimbun (edición del 2 de agosto) manifestaba: "Se está poniendo a prueba la determinación de la comunidad internacional para impedir una mayor proliferación de las armas nucleares. Era inevitable que la resolución fuera adoptado bajo el Capítulo VII de la Carta de la ONU, que hace posible la ejecución de la resolución mediante la imposición de sanciones. Esa decisión subrayó la sensación de crisis que tenía cada uno de los países miembros. Irán anunció su rechazo a la resolución. Pero como miembro de la ONU, Irán debe saber que esta reacción es inaceptable. Irán debería cumplir con su obligación aceptando y acatando la resolución con total sinceridad." Y proseguía: "Lo que Irán debe hacer a partir de ahora es demostrar que no tiene en absoluto intención de armarse con armas nucleares. La ayuda le llegará a Irán cuando sea capaz de erradicar toda la desconfianza que suscita.

El editorial del Mainichi Shimbun (edición del 2 de agosto) instaba a Irán a que no volviera la espalda a la exigencia de la opinión internacional para la prevención de la proliferación nuclear y a que adoptara una respuesta tranquila separando la situación del Líbano y la cuestión nuclear. Y observaba: "El propio presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, ha sugerido la posibilidad de vincular el problema nuclear con la situación en el Líbano. Sin embargo, relacionar estas dos cuestiones sería una equivocación. Si Irán manipula a Hezbolá y esto condujera a una escalada de los combates, Israel y Estados Unidos probablemente aprovecharían el momento y reforzarían su postura contra Irán. Al final, el aumento de la tensión en Medio Oriente no beneficiaría a Irán."

The Japan Brief
Agosto Del 2006








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