El PIB de Japón creció a una tasa anual del 2,4% durante el primer trimestre del año
(21 de Mayo del 2007)



El producto interior bruto de Japón (PIB) creció, durante el primer trimestre de 2007, a una tasa porcentual anual del 2,4%, ó del 0,6% trimestral, según anunció la Oficina del Gabinete el pasado 17 de mayo. Era éste el noveno trimestre de crecimiento consecutivo. La economía japonesa siguió creciendo durante el trimestre gracias fundamentalmente a un aumento del consumo privado y las exportaciones, que compensan con mucho la ralentización de las inversiones empresariales, responsables del crecimiento económico de estos últimos años.

El consumo privado, que representa más del 50% del PIB del país, resultó ser el mayor factor de crecimiento económico durante el primer trimestre (de enero a marzo). Su fortaleza se ha atribuido al aumento de las adquisiciones de ordenadores personales y otros productos de consumo, como son, por ejemplo, los relojes de pulsera, las bebidas alcohólicas y la ropa femenina, así como las comidas fuera de casa y el ocio. El consumo privado ha registrado un aumento del 0,9% respecto al trimestre anterior.

Pero otro pilar de la demanda interna -las inversiones empresariales-descendió un 0,9% respecto al período anterior, la primera caída en cinco períodos trimestrales, suscitando así cierta preocupación por la continua solidez de la recuperación económica. Se produjo una disminución del gasto en la adquisición de programas informáticos para uso empresarial, automóviles y maquinaria general. También registraron caídas otros factores integrantes de la demanda interna, como, por ejemplo, las inversiones inmobiliarias y las inversiones en obras públicas.

En lo que se refiere a la demanda externa, las exportaciones han aumentado en un 3,3%, un porcentaje muy superior al 0,8% del trimestre anterior. Los consolidados fletes hacia los países asiáticos (China y la India entre otros) contribuyeron a este crecimiento, mientras que los dirigidos hacia Estados Unidos experimentaron una ralentización.

Al comentar las estadísticas del PIB correspondientes al primer trimestre, el ministro de Política Económica y Fiscal, Hiroko Ota, reiteraba su opinión de que la economía japonesa "aún tardaría algún tiempo en salir del estado deflacionista en que se encuentra, aunque parece que ya puede divisarse una salida". Dado que el corrector de la inflación del PIB, un indicador de los cambios en los precios, se ha mantenido en niveles negativos durante el primer trimestre, la tasa de crecimiento nominal, que no se ajusta a los cambios en los precios, ha resultado ser de un 0,3% trimestral y de un 1,2% anual. El comentario de Ota reflejaba su continuo escepticismo, que compartían no pocos economistas y comentaristas de los medios de comunicación, respecto a que se estuvieran dando muestras convincentes de la consistencia de la recuperación económica japonesa a pesar del récord histórico.

Hay quien ha expresado su preocupación por la estabilidad del crecimiento de la economía en el futuro en lo que respecta al consumo privado y a las exportaciones. En lo que se refiere al consumo privado, la fortaleza registrada durante el primer trimestre se ha considerado una consecuencia de un factor extraordinario: un invierno cálido impropio de la estación. Como aspecto más débil del consumo privado se ha citado el lento aumento del salario de los trabajadores, a pesar del crecimiento del empleo. Un posible freno de los envíos a Estados Unidos, país en que se teme una desaceleración de la economía, podría afectar al conjunto de las exportaciones, puesto que el comercio exterior con Asia depende significativamente de la tendencia de la economía estadounidense. A pesar de la disminución de las inversiones durante el primer trimestre, no había demasiado pesimismo sobre su trayectoria futura, que según augura la mayor parte de los economistas mantendrá su fortaleza intrínseca.

Comentarios editoriales desiguales; algunas opiniones cautas


Los comentarios editoriales de los periódicos más importantes reconocían en general la continua solidez de la recuperación económica durante los tres primeros meses del año, pero se mostraban poco convencidos sobre su continuidad en los meses próximos.

"La satisfacción de que la economía avance a velocidad de crucero no está garantizada", advertía el Nikkei en su editorial del 18 de mayo, y apelaba al gobierno y al Banco de Japón para que procedieran con la máxima discreción y pudieran mantener así un crecimiento prolongado y sostenible. Recordaba que la ralentización de las inversiones era una señal de la cada vez mayor debilidad de la actividad empresarial, y decía: "La economía se encuentra en una fase en la que afirmar que el crecimiento continuará sin periodos de incertidumbre resulta un aventurado, algo que ya se ha producido en dos ocasiones durante la actual recuperación".

El Yomiuri Shimbun, en su editorial del 18 de mayo, titulado "No queramos vender la piel del oso a pesar del crecimiento del PIB", se mostraba igualmente cauto. "Aún es demasiado pronto para pensar que la economía se encuentra completamente fuera de peligro", recordaba. Al afirmar que "las dudas se ciernen sobre la estabilidad de la actual expansión económica", el periódico mencionaba la caída de las inversiones como un apunte de la ralentización de la producción industrial. También sostenía que "la buena situación del consumo privado podría fracasar si los aumentos salariales siguen siendo tan bajos".

En cambio, el Sankei Shimbun daba sus razones contrarias a un exceso de preocupación por la ralentización del crecimiento de la economía en su editorial del 18 de mayo. Esta era la descripción que de la actividad comercial hacía el periódico: "Sí, es cierto que se ha llegado a tener la sensación de que las inversiones empresariales, que hasta entonces se habían situado a un índice elevado, entraron en un período de calma, los datos del consumo como otro de los pilares de la demanda interna han sido buenos y no se han producido vacilaciones en el rumbo emprendido por la economía". Al afirmar esto, el periódico criticaba al ministro de Política Económica y Fiscal, Hiroko Ota, por opinar que "la economía japonesa aún tendrá que salir de la situación deflacionista".

El Asahi Shimbun admitía la solidez del crecimiento económico durante el primer trimestre, dato que aprovechó como oportunidad para advertir contra una posible relajación del control fiscal. Al describir los resultados de este primer trimestre como "una trayectoria de continua expansión", el periódico sostenía en su editorial del 18 de mayo: "A pesar de la buena noticia, no obstante, también hay inquietud. La mayor y única preocupación es la inevitable tentación de aumentar el presupuesto nacional. Mientras tanto, en el horizonte se vislumbran las elecciones a la Cámara Alta del próximo verano, y, desde luego, habrá muchos candidatos que se verán tentados de prometer abundantes subvenciones presupuestarias".




The Japan Brief
Mayo Del 2007







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