En una asamblea plenaria que se celebró el 6 de septiembre, el Grupo de Abastecedores Nucleares (NSG, en inglés), que es una agencia formada por 45 países, entre los que se encuentra Japón, encargada de supervisar la gestión de las exportaciones de materiales que puedan utilizarse para aplicaciones atómicas , aprobó unánimemente una exención para India con relación a las restricciones en la exportación de materiales relacionados con estas aplicaciones nucleares a países que no son signatarios del Tratado de No Proliferación Nuclear (NPT, en ingles). De este modo se ha abierto el camino que llevará a levantar el embargo impuesto a las exportaciones de tecnología y combustible nucleares a India, que había estado en vigor durante más de 30 años, desde sus ensayos nucleares de 1974. La decisión del NSG ha engendrado la preocupación de que se debilite todavía más el régimen del NPT.
Japón, el único país del mundo que ha sufrido bombardeos atómicos y que considera la conservación del régimen del NPT como una política esencial, también aprobó el levantamiento del embargo comercial contra India. Japón, ensalzando la promesa formulada por India de continuar su moratoria de ensayos nucleares, concluyó que el levantamiento de la prohibición aportaría ventajas para hacer frente al problema del cambio climático, a la no proliferación nuclear, y a otros asuntos de vital importancia. No obstante, todavía quedan ciertos factores inciertos, incluyendo la posibilidad de que India no continúe indefinidamente su moratoria de ensayos atómicos y la duda de que el Congreso de los EE.UU., apruebe el proyecto de ley que permita levantar el embargo del comercio nuclear impuesto a India.
Todo comenzó con un acuerdo de cooperación nuclear civil entre los EE.UU. e India
La cuestión de levantar el embargo impuesto a las exportaciones de materiales nucleares a India tiene sus orígenes en un acuerdo de cooperación nuclear civil entre los Estados Unidos e India firmado por el Presidente de los EE.UU., George W. Bush y el Primer Ministro de India, Manmohan Singh, cuando el presidente norteamericano visitó India en marzo de 2006. El fondo de la cuestión de este acuerdo es que el NSG levantará la prohibición de la exportación de reactores y de combustible nuclear a India, que no es un país signatario del NPT aunque está en posesión de armas nucleares, con la condición de que India acepte inspecciones de sus instalaciones nucleares civiles por parte del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Parece que lo que se proponían los Estados Unidos al firmar el acuerdo era establecer unas relaciones más estrechas con India, que es un país que está emergiendo como una importante potencia, pero el pacto entre los EE.UU. e India provocó a su vez un serio debate en la comunidad internacional, porque no puede negarse que desmoronaría las bases del régimen del NPT. A pesar de todo, los EE.UU. no han dejado de trabajar para llegar a materializar el acuerdo. En una asamblea extraordinaria de la Junta de Gobernadores de la OIEA, celebrada el 1 de agosto, se aprobó un acuerdo sobre las inspecciones, en el que se amplía el número de instalaciones de 6 a 14 (excluyendo las instalaciones militares) que deberán inspeccionarse en India. De este modo se salvó el primer obstáculo para levantar el embargo impuesto a las exportaciones nucleares a India. El siguiente obstáculo era que el NSG otorgará a India un tratamiento especial bajo las provisiones del NPT y levantara el embargo impuesto a las exportaciones nucleares a India.
Respuesta del Gobierno Japonés
Si el NSG levantase el embargo impuesto a las exportaciones nucleares a India, significaría que la comunidad internacional reconocería el estado de posesión de armas atómicas en India sin ser un país signatario del NPT. Si se llegara a este punto, posiblemente se acusaría a la Administración Bush de seguir normativas de doble sentido; permitiendo por un lado la posesión de armas nucleares a India y presionando a "estados rebeldes " como Irán y Corea del Norte para que desmantelen las suyas. Esta fue la razón de que los 45 países del NSG no pudiesen expresar sus sinceras impresiones sobre el asunto y no pudiesen llegar a ninguna conclusión en una reunión celebrada a finales de agosto. Según los informes, se produjo un conflicto de opiniones en la asamblea extraordinaria que se reanudó el 4 de septiembre. La realidad era que las principales potencias nucleares, tales como los Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, y Rusia, cuya intención es la de entrar en el gran mercado nuclear de India, estaban a favor de levantar el embargo, mientras que países más pequeños, como Austria, Nueva Zelanda y Suiza se oponían.
No obstante, tras largas discusiones, el NSG llegó a la conclusión de que era necesario tomar una decisión unánime. Los países que no habían estado a favor de levantar el embargo concurrieron con una declaración final que se refería a una declaración formulada el 5 de septiembre por el Ministro de Asuntos Exteriores de India, Pranab Mukherjee, que anunciaba que India se comprometía a mantener la moratoria voluntaria sobre ensayos nucleares, reafirmando de este modo la intención de continuar la moratoria por parte de India y la importancia que pusieron en este asunto los miembros del NSG. Japón también aprobó la declaración final.
Subrayando que no había ningún problema con la decisión tomada por el Gobierno de Japón, el Primer Ministro, Yasuo Fukuda, se dirigió a los miembros de la prensa, el 8 de septiembre indicando que, "Se trataba de la aprobación condicional de una exención". Si India viola las condiciones, el NSG tratará el asunto de forma consecuente". En una conferencia de prensa celebrada el mismo día, el Secretario de Estado, Nobutaka Machimura, intentó explicar la respuesta del Gobierno Japonés citando factores, como las medidas que deben adoptarse para contrarrestar el calentamiento global, conseguir una mayor transparencia en las actividades con la energía nuclear, y la declaración de India que reafirmaba que continuaría su moratoria en los ensayos atómicos nucleares, y explicó que, "Hemos tomado esta decisión desde un punto de vista que abarca amplias perspectivas".
Editoriales de los diarios sobre la decisión del NSG
Cuatro de los cinco diarios nacionales de Japón trataron en sus editoriales el asunto del levantamiento del embargo impuesto a las exportaciones de materiales nucleares a India. Los principales diarios japoneses tienden a defender posiciones peculiares sobre muchos asuntos políticos, económicos y sociales. No obstante, en esta ocasión los cuatro diarios publicaron de forma contundente comentarios casi idénticos. Su evaluación negativa de la decisión del NSG quedó plasmada en sus respectivos titulares: "Trato especial para India: Podrá protegerse el régimen del NPT?" (Mainichi Shimbun, 7 de septiembre); "Exención nuclear para India: La decisión respaldada por los EE.UU. ha sido una equivocación que pasará a la historia" (Asahi Shimbun, 8 de septiembre); "El levantamiento del embargo a India es incomprensible" (Nikkei, 8 de septiembre); y "Una exención que hace temblar los cimientos del NPT" (Yomiuri Shimbun, 10 de septiembre). En particular, y con relación al hecho de que Corea del Norte no ha abandonado sus ambiciones de producción de armas nucleares, los editoriales reiteraron el peligro que suponen las normativas de doble sentido para el régimen del NPT.
Como representación de los cuatro editoriales, el artículo del Yomiuri ponía sobre aviso que, "India ha ultimado un acuerdo de inspecciones con el Organismo Internacional de Energía Atómica, que es la autoridad protectora de los asuntos nucleares en la ONU, con relación a las instalaciones nucleares de aplicaciones civiles. Sin embargo, las instalaciones nucleares para aplicaciones militares no se han visto afectadas, y se ha impulsado su desarrollo nuclear. Mientras este progreso nuclear de la India siga sin mayores impedimentos, quedan pocas esperanzas de que Corea del Norte e Irán decidan abandonar sus ambiciones nucleares". El editorial del Asahi afirmaba de forma simular que, "El mejoramiento de la confianza en el NPT también es esencial para la seguridad nacional de Japón porque exige el desarme nuclear de Corea del Norte. Así y con todo, Tokio aceptó el trato especial para India, deteriorando profundamente la credibilidad de su compromiso con el desarme nuclear y con su diplomacia de no proliferación".
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