Una comisión gubernamental publica la estrategia de supervivencia para Japón hasta el 2030: La clave será cómo hacer frente al descenso demográfico y al empeoramiento de la situación fiscal
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El 19 de abril, la comisión de expertos del Consejo sobre Política Económica y Fiscal del gobierno publicó un informe titulado "Visión del Japón del Siglo XXI", en la que trazaba una perspectiva a largo plazo para la sociedad japonesa hasta el 2030. El pasado 21 de abril, el Ministro de Política Económica y Fiscal, Heizo Takenaka, decía lo siguiente durante el transcurso de una rueda prensa: "Esta "Visión del Japón del Siglo XXI" es un proyecto metódico de perspectivas a largo plazo que, a lo largo de ocho meses, ha sido debatido por una
comisión de 60 expertos destacados procedentes de diversas esferas de la sociedad japonesa. En términos concretos, a tenor del acusado descenso demográfico experimentado por la población de Japón y el descenso de la tasa de natalidad, se ha tratado en el debate de asuntos relacionados sobre cómo revitalizar la economía de la nación, qué es la "prosperidad" para el pueblo japonés y de cómo aprovechar la corriente de la globalización, y de esta manera,
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se ha realizado una previsión de la sociedad económica del 2030 tras aplicarse las reformas estructurales. La comisión ha afirmado que las medidas de reformas estructurales previstas para dentro de un año o dos determinarán el futuro de Japón."
"La Visión del Japón del Siglo XXI" no se considera ni mucho menos optimista, a pesar de que su propósito sea infundir esperanza en la nación para el futuro. Al mencionar el gran número de problemas de difícil solución que la nación deberá superar para sentir tranquilidad con miras al futuro, el Primer Ministro, Junichiro Koizumi, que presidió personalmente la comisión del Consejo de Política Económica y Fiscal, dijo que sus sucesores deberían leer el informe como si fuera la "Biblia de las Reformas". El hilo principal que impregna todo el informe, tal y como resumía el Nihon Keizai Shimbun en su editorial del 22 de abril, es la idea de reducir la dimensión del gobierno y convertir el sector público en una entidad eficiente.
La población de Japón experimentará un descenso de 10 millones de personas hasta el 2030 con respecto a un máximo de 128 millones previsto para el 2006. El porcentaje de personas mayores de 65 años de edad aumentará hasta el 29% con respecto al actual 20%; ningún país habrá experimentado antes esta proporción del 30% de población de la tercera edad con respecto al total de la población. El informe describe un panorama de la sociedad japonesa, en general, optimista para el 2030, pero siempre y cuando la difícil situación fiscal se pueda corregir, y la economía nacional siga teniendo la productividad necesaria para hacer frente al descenso y al envejecimiento de su población.
He aquí algunas de las características fundamentales de la sociedad japonesa para el 2030 tal y como aparecen descritas en el informe: el índice real de crecimiento del PIB se situará en torno al 1,5% (frente al 1% actual); el consumo privado anual per cápita será de 3,8 millones de yenes (frente a los 2,3 millones de yenes actuales); la esperanza de vida en buena salud será de 80 años (frente a los 75 actuales); el índice de población activa en la franja de edad de los 60-64 años se aproximará al 65% (frente al actual 54%); habrá 8 doctorandos por cada 1000 habitantes (frente a los 1,99 actuales); el mercado de contenidos, como son las películas y otros productos culturales, alcanzará el 5% del PIB (frente al 1,7% actual); Japón recibirá 40 millones de visitantes extranjeros al año (frente a los 6,14 millones actuales).
En términos más descriptivos, se han presentado tres objetivos cuya consecución está prevista para el 2030. Son los siguientes: "(1) la creación de "una nación abierta y culturalmente creativa", donde los grandes flujos de personas, mercancías e información puedan circular libremente, (2) el logro de una sociedad donde sus ciudadanos puedan disfrutar de un buen estado de salud hasta los 80 años de edad como media; (3) la creación de una administración simplificada y eficiente.
Pero cómo puede lograrse este tipo de sociedad del bienestar permanente ante realidades como el descenso demográfico y el envejecimiento de la población que podrían agravar la difícil situación de las finanzas públicas? La clave para lograr un nivel de vida cada vez más alto estriba en conseguir una mayor productividad, que, según el informe, podría alcanzarse mediante un mayor empleo de los jóvenes que actualmente se encuentran sin un empleo estable, el fomento de la contratación de gente mayor y de las mujeres, la contratación de trabajadores extranjeros, el fomento de nuevas actividades empresariales y la conversión de sectores poco productivos en sectores más eficientes. Al mismo tiempo, la innovación tecnológica y una mayor inversión en instalaciones y equipos desempeñarán un papel importante en el incremento de la productividad.
Para incrementar la productividad y lograr que la nación siga siendo viable económicamente a través de dichas medidas, serán necesarias una mayor apertura al exterior incluyendo el mercado laboral, el comercio y las inversiones por medio de la mayor aplicación de desregularización. Para todo lo cual, los acuerdos de libre comercio, que tanto entusiasman al gobierno, tienen carácter prioritario en su programa de política exterior, especialmente con vistas a conseguir una mayor integración económica en Asia del Este. En resumen: Japón, con el descenso demográfico, dependerá, más que antes, de la mano de obra extranjera, las inversiones extranjeras directas, los empresarios extranjeros y los turistas extranjeros con el fin de mantener un cierto nivel de crecimiento económico.
La nación habrá de afrontar la importante tarea de reducir una gigantesca deuda pública y recuperar la buena salud fiscal. Para lograrlo, el Estado deberá contener el gasto y subir los impuestos. Se da por supuesto que, de no conseguir una mejora radical del desequilibrio fiscal, las perspectivas para alcanzar el bienestar permanente pueden acabar siendo tan sólo un sueño. Si se quiere conseguir un balance fiscal primario antes del ejercicio fiscal del 2010, para el que hay que conseguir un equilibrio entre los ingresos procedentes de recursos que no provengan de la emisión de bonos y los gastos que excluyan los costes del servicio de la deuda, será imprescindible recortar el gasto. Esto, según argumentaba el Nihon Keizai Shimbun en su editorial del 22 de abril, será totalmente imposible a menos que el Estado abandone aquellas funciones que el sector privado puede realizar de manera más eficaz.
En lo que respecta a las reformas sociales, especialmente la del gobierno y de la política fiscal, el informe hace hincapié en que todo lo que se realice durante los dos próximos años tendrá una enorme importancia. A pesar de toda esta sensación de urgencia, el informe ha sido objeto de las críticas de los medios de comunicación por no ser lo suficientemente transparente acerca de medidas concretas. En su editorial del 24 de abril, el Mainichi Shimbun argumentaba que "la senda que conduce a la consecución del objetivo más importante para la economía japonesa (el equilibrio fiscal primario para el 2012) no está nada claro. Las medidas para reducir el gasto son un tanto imprecisas y no hay propuestas concretas para incrementar los ingresos fiscales, incluidos, entre otros, los obtenidos con el impuesto sobre el consumo". El editorial del 20 de abril del Sankei Shimbun decía que los problemas mencionados en el informe "ya los estamos padeciendo y, si no se solucionan, no se producirá ningún avance de cara al futuro".
La cambiante situación política en Asia y la visita del Primer Ministro Koizumi a la India
El Primer Ministro, Junichiro Koizumi, que había elegido a Nueva Delhi como primera etapa de su visita a cuatro países de Asia y Europa, se entrevistó con el Primer Ministro indio, Manmohan Singh, el pasado 29 de abril. sta era la primera vez que un primer ministro japonés realizaba una visita a la India desde que lo hiciera cinco años atrás el por aquel entonces Primer Ministro, Yoshiro Mori. Las relaciones actuales entre la India y Japón son estables, y, a diferencia de las relaciones de Japón con China y Corea del Sur, todavía tirantes por asuntos como la visión histórica y las disputas territoriales, no tienen cuestiones pendientes que exijan una rápida solución. Por consiguiente, en lugar de buscar resultados tangibles e inmediatos, esta vez el principal objetivo de la conferencia cumbre entre Japón y la India se ha centrado en consolidar las relaciones de cooperación desde una perspectiva a largo plazo.
En sus conversaciones, el Primer Ministro Koizumi y el Primer Ministro Singh confirmaron el apoyo mutuo que Japón y la India se dispensan en su respectivo intento de adquirir la condición de miembro permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU. Tras el encuentro, los dos primeros ministros hicieron pública una declaración conjunta en la que anunciaban la cooperación entre Japón y la India para contribuir a la estabilidad de Asia y hacer frente a los problemas a escala global tal como el de medioambiente. Además anunciaron un plan de acción con medidas específicas para consolidar las relaciones bilaterales en ocho materias, entre las que se incluyen la economía, la seguridad, la cultura y el sector académico. En este sentido, la visita del Primer Ministro Koizumi no tenía, desde un comienzo, el propósito de provocar un vuelco espectacular en el estado de las relaciones bilaterales. Sin embargo, los comentarios de la prensa japonesa expresaban la esperanza de que esta conferencia cumbre fuera un importante paso que infundiera a la diplomacia japonesa hacia Asia un mayor dinamismo y un carácter más multilateral teniendo en cuenta el rápido cambio que se ha producido en el equilibrio del poder político en toda Asia,.
El editorial del Asahi Shimbun del 29 de abril dio rienda suelta a este debate al hacer hincapié en que la India se estaba erigiendo en un importante actor del juego del poder internacional. Afirmaba: "La India vive inmersa en una ola de crecimiento económico impulsada por la tecnología de la información, y está incrementando su presencia en la comunidad internacional. En lo que respecta a la reforma de la ONU, ha expresado su deseo de adquirir la condición de miembro permanente del Consejo de Seguridad junto con Japón, Alemania y Brasil. La India se ha puesto en marcha para mejorar sus relaciones con China y Pakistán, países con los que entró en guerra en el pasado, y, además, está aumentando sus intercambios con Estados Unidos y Rusia."
Proseguía el Asahi: "Durante su visita a la India a mediados de este mes, el Primer Ministro chino, Wen Jiabao, mostró una actitud positiva con respecto al asunto pendiente de la demarcación de la fronteras y expresó su interés en la mayor ampliación del intercambio en el terreno económico. Lo mismo sucede en el caso de Estados Unidos y Rusia. Estos dos países están compitiendo por acercarse a la India, a la que consideran como un centro de producción de software o como un mercado de armas. También llama la atención la actividad inversora de las compañías coreanas, que tienen la mirada puesta en un enorme mercado potencial de mil millones de personas.
El editorial del Asahi también se centraba en la importancia geopolítica de la India. Comentaba: "La India está mostrando un verdadero entusiasmo por cultivar las relaciones con otros países que no son de la zona. Su deseo de participar en la cumbre de Asia del Este entre naciones del sureste de Asia, Japón, China y Corea del Sur, cuya celebración está prevista para finales de este año en Malasia, es una prueba del enorme entusiasmo que siente por entrar a formar parte del creciente mercado asiático."Y añadía: "La India se encuentra situada en medio del denominado arco de inestabilidad, que se extiende desde Oriente Medio hasta la Península de Corea, y ejerce una gran influencia en el Océano ndico. La India también se encuentra dentro de la ruta de transporte del petróleo que va desde Oriente Medio al Asia del Este. Esperamos que el Primer Ministro Koizumi pueda debatir esta amplia estrategia con la parte india. Además, es necesario acelerar el proceso consultivo para sentar las bases del desarrollo en el futuro, como pueden ser, por ejemplo, las que se necesitan para suscribir un acuerdo de libre comercio y para mejorar el ambiente para las inversiones."
El Sankei Shimbun publicaba un editorial en el que se pedía que se consolidara la asociación entre Japón y la India, para contrarrestar la oposición de China a que Japón se convierta en miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU. El editorial del 29 de abril se centraba prácticamente en la necesidad de estrechar estos lazos para contener a China. Decía lo siguiente: "Junto con China, país que cuenta con una población de 1.300 millones de habitantes, la India es una nación que, con más de 1.000 millones de habitantes, está emergiendo con gran rapidez en el campo económico. La intensificación de las relaciones entre Japón y la India es también importante para poder contener a China, con la cual el conflicto sigue enraizado en asuntos como el de las Islas Senkaku y el problema de los libros de texto de historia."
Y proseguía: "Recientemente, China se ha aprestado para intensificar sus relaciones con la India, país que, durante mucho tiempo, había sido hostil. Al resolver el problema de la demarcación de las fronteras y constituir una asociación estratégica con la India, China ha abierto una brecha entre Japón y la India. Por entonces, el Primer Ministro chino, Wen Jiabao, anunciaba su apoyo a la intención de la India de adquirir la condición de miembro permanente del Consejo de Seguridad. En comparación, el gobierno chino ha permitido manifestaciones anti-japonesas y tiene la intención de impedir que Japón llegue a ser miembro permanente. Es probable que el objetivo de China consista en mantener su situación de único miembro permanente del Asia del Este."
El editorial del Sankei afirmaba a continuación que el principal recurso estratégico para poder contener a China quizá radique en intensificar y reforzar el intercambio económico con la India. Y comentaba: "Japón debería sintonizar con la India e idear una estrategia hacia China. Por esta razón, es preciso que Japón ponga remedio a su 'relación con la India, que es políticamente cordial, pero económicamente fría'. Además, existe cierto descontento de la India por el desinterés de Japón en su mercado en comparación con la enorme cantidad de inversiones japonesas realizadas en China y Tailandia. El valor de las exportaciones del sector indio de software es cinco veces superior al de China. Sin embargo, este sector industrial tan sólo representa el 3% del producto interior bruto de la India. Si lo que se quiere es que las inversiones de las compañías japonesas mejoren, la industria del software podría convertirse en el principal motor de la economía india de mil millones de personas. Estados Unidos también está incrementando su participación en el Asia del Sur. Si Japón y Estados Unidos cooperaran y decidieran construir infraestructuras, como por ejemplo la energía eléctrica, la cooperación entre Japón y la India avanzaría de forma asombrosa."
Takeshi Yamada, corresponsal en Nueva Delhi del Nihon Keizai Shimbun escribía en un análisis publicado en la edición de la mañana del 10 de mayo: "Al menos, a raíz de la visita a la India del Primer Ministro, Junichiro Koizumi, Japón y la India se han entregado por completo a la consolidación de sus relaciones bilaterales. El factor que, según parece, va a acercar aún más a los dos países es la presencia de China. Los motivos de Japón por un lado, que, tras la serie de manifestaciones anti-japonesas en China, ha vuelto a confirmar el riesgo chino y ha desviado su atención hacia la India, concuerdan con los de la India, que no ha dejado de expresar su recelo por China." Al señalar que la India no puede disipar su latente recelo por China, el artículo proseguía de esta manera: "El gobierno de la India, que persigue una diplomacia omnidireccional en su deseo de acercarse a los principales países, sigue haciendo hincapié en la importancia política de China. Sin embargo, dado que su potencial económico supera con mucho al de la India y Beijing sigue acrecentando su poderío militar, la India mira a China con reservas." Y añadía: "China está cooperando plenamente en la construcción de carreteras, puertos y demás obras de infraestructura en Pakistán, además de apoyar al régimen militar de Myanmar. Por lo tanto, desde un punto de vista geopolítico, ejerce su influencia sobre los costados este y oeste de la India."
Si bien Yamada informaba de que la India, que mira con reservas a China, tiene la firme esperanza de poder consolidar sus relaciones económicas con Japón, también concluía su artículo haciendo una llamada a la prudencia para que no se crearan excesivas expectativas por la intensificación de las relaciones entre la India y Japón. Y afirmaba: "Las relaciones entre la India y Japón no tienen esa clase de pasado desdichado que dificulta las relaciones de Japón como con China y Corea del Sur, pero los dos países aún no se conocen muy bien. Aún persiste el descontento en algunos sectores ante las sanciones económicas impuestas por Japón a la India tras la prueba nuclear de 1998, que se consideraron como una medida unilateral siguiendo a la política de Estados Unidos. Aun cuando el cambio de dirección impuesto por las relaciones con China ha empezado a surtir efecto, ni la India ni Japón, situados en extremos opuestos de Asia, les va a ser fácil forjar una nueva relación que pueda rellenar el vacío creado durante todos estos años."
El PIB de Japón experimenta un sorprendente ritmo de crecimiento anual del 5,3% durante el primer trimestre de este año
El gobierno japonés anunció el pasado 17 de mayo que el Producto Interior Bruto (PIB) de la nación había experimentado un crecimiento del 1,3% en términos reales durante el periodo de enero a marzo, lo cual se traduce en una tasa de crecimiento anual del 5,3%. ste es un resultado totalmente inesperado que se encuentra muy por delante de la previsión media del 2,2% realizada por instituciones privadas. La tasa de crecimiento anual del trimestre anterior fue somlamente el 0,1%.
La causa del fuerte crecimiento del PIB durante estos tres primeros meses del año hay que buscarla en la pujanza del consumo privado, que ha crecido en un 1,2% con respecto al anterior trimestre. Otro factor importante ha sido la inversión en activos fijos, que aumentaron en un 2,0%. Sin embargo, las exportaciones disminuyeron un 0,2%, la primera vez que experimentaban un descenso desde el cuarto trimestre de 2001; la causa ha sido el bajón sufrido por la venta de barcos a los países asiáticos, entre otros elementos.
El consumo privado ha aumentado gracias al ingente gasto en productos de la pesca, queroseno, verduras y ocio. Este brusco aumento ha sido consecuencia de un rebote provocado por la debilidad del periodo precedente, durante el cual una serie de tifones y un fuerte terremoto ejercieron un efecto negativo sobre el consumo privado. Las inversiones en activos fijos aumentaron gracias a la estabilidad del sector de la construcción de fábricas y edificios.
No obstante, los economistas han permanecido en general cautelosos respecto de la fortaleza de esta recuperación debido a las numerosos interrogantes que plantea el futuro, a pesar de que el Ministro de Política Económica y Fiscal, Heizo Takenaka, seguía defendiendo que la economía saldría de la parada actual y reanudaría la tendencia alcista durante la segunda mitad del año. "Aunque es alto, este crecimiento del 5,3% no es como para tirar cohetes", comentaba el Nihon Keizai Shimbun en su editorial del 18 de mayo. El periódico no negaba que la economía se encontrara aún atravesando una senda de recuperación moderada, pero también afirmaba que la economía carecía de la fuerza que representa una cifra de crecimiento como esta del 5,3%.
Principalmente, el mayor motivo para dudar de que esta cifra de crecimiento sea representativa de la verdadera fortaleza de la economía, estriba en que la cifra de este primer trimestre ha aumentado como reacción a la debilidad del trimestre anterior. Esto se ha notado especialmente en las cifras del consumo privado, que aumentaron hasta el 4,7% anual, en comparación con la debilidad del trimestre anterior, en el que los tifones y un invierno templado moderaron el consumo. Este elevado crecimiento de la inversión en activos fijos deriva, en gran medida, de las inversiones por renovación de los bienes de equipo hasta entonces pospuesta. Una vez que estas inversiones de renovación hayan seguido su curso, el futuro puede generar cierta incertidumbre.
Otro asunto que también se habrá de considerar con cierta cautela es la acumulación de existencias, que estadísticamente sirve como factor impulsor del crecimiento de la economía, pero que es posible que una parte considerable de éstas responda a un incremento no deseado como consecuencia de una mayor atonía de la demanda. Esto es especialmente notorio en el sector de equipos digitales, sector en el que la reactivación del mercado de componentes de productos electrónicos es posible que tarde más de lo esperado.
La demanda externa, que disminuyó un 0,2% con respecto al trimestre anterior, ha mostrado signos preocupantes con vistas al futuro. La causa de esta caída hay que buscarla en la ralentización de las exportaciones a EE.UU. y a China, dos mercados que hasta ahora habían contribuido a sostener la recuperación de Japón. La expansión de la economía de EE.UU. muestra signos de ralentización, mientras que China mantiene su política de restricción de las inversiones. Si la divisa china -el Ren Min Bi (RMB)- llegara a revalorizarse, las importaciones procedentes de China serían más caras, lo cual afectaría la competitividad de las exportaciones japonesas que utilizan materiales procedentes de China en su elaboración.
El gobierno no altera el optimismo
Todas estas tendencias que ensombrecen las perspectivas de futuro a pesar del fuerte crecimiento experimentado por el PIB durante el primer trimestre del año, no disuaden al gobierno de seguir pensando que la situación mejorará con la salida de la actual desaceleración temporal de la recuperación a mediados de año. El Ministro de Política Económica y Fiscal, Heizo Takenaka, declaró, durante una conferencia de prensa posterior a la publicación de la estadística del PIB, que "la economía se dirige con paso firme hacia el final de la fase de ralentización y seguimos estando convencidos de que saldrá de ella a mediados de este año".
Takenaka parecía optimista en lo que respecta al futuro del consumo privado, al aducir que el mayor flujo de efectivo en el entorno empresarial, repercutía en una mayor prosperidad de los hogares. Observaba lo siguiente: "La situación del empleo mejora a buen ritmo y eso está contribuyendo a mejorar el consumo de forma significativa." También expresaba su optimismo sobre EE.UU. y Asia, centrándose en China, con las siguientes palabras: "La economía japonesa se encuentra en la senda de la recuperación como parte también de la recuperación de la economía mundial en general."
El consenso que existe entre los economistas del sector privado sostiene que la actividad empresarial saldrá de la fase de ralentización a mediados de este año. Según las predicciones, este cambio se produciría, como muy pronto, durante el periodo que va de abril a junio o, como muy tarde, durante el período que va de enero a marzo del año próximo. No obstante, hay quienes sostienen que la recuperación ya es un hecho consumado. Los tres factores fundamentales que van a determinar el curso de la economía son: el consumo privado, el ajuste de inventario y las exportaciones.
El crecimiento del PIB durante el ejercicio fiscal del 2004, que se cerró el 31 de marzo, fue de un 1,9%, inferior a la previsión inicial del gobierno fijada en el 2,1%. El crecimiento nominal del PIB durante el periodo que va de enero a marzo fue de un 0,6% (un índice del 2,3% anual), y un 0,7% durante el ejercicio fiscal del 2004. Todas estas tendencias indican que la economía japonesa sigue estando lastrada por fuerzas deflacionarias.
El Presidente palestino Abbas visita Japón
El Presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, llegó a Japón el 15 de mayo y mantuvo una intensa agenda de conversaciones con el Primer Ministro, Junichiro Koizumi, y el Ministro de Relaciones Exteriores, Nobutaka Machimura, antes de abandonar suelo japonés el pasado 17 de mayo. Después de la visita del difunto Presidente Yasser Arafat en agosto del 2000, ésta era la primera vez que un presidente de la Autoridad Palestina visitaba Japón tras cuatro años y nueve meses. Los principales diarios de Japón dedicaron bastante espacio a la reunión del 16 de mayo entre el Primer Ministro Koizumi y el Presidente Abbas en sus portadas y en sus páginas de información política nacional. Probablemente, el principal motivo por el que los medios de comunicación japoneses hayan mostrado tanto interés en la reunión entre Koizumi y Abbas ha sido el deseo manifiesto del gobierno japonés de participar más directamente en la toma de decisiones políticas en el proceso de paz de Oriente Medio.
Los medios de comunicación japoneses se hicieron eco especial del contenido de la primera reunión entre el Primer Ministro Koizumi y el Presidente Abbas, en la que dialogaron sobre la posibilidad de celebrar una ronda de conversaciones a tres bandas entre Japón, Israel y Palestina en Tokio.
De los cinco diarios de tirada nacional, el Yomiuri Shimbun, el Mainichi Shimbun, el Sankei Shimbun y el Nihon Keizai Shimbun (Nikkei) utilizaron el término "conferencia cumbre a tres bandas" en sus titulares del 17 de mayo e informaron de que la posibilidad de que se celebraran estas conversaciones a tres bandas entre el Primer Ministro Israelí, Ariel Sharon, y el Presidente Palestino Abbas, con Japón de mediador, se planteó durante la reunión entre el Primer Ministro Koizumi y el Presidente Abbas.
Bajo el titular a cuatro columnas de "Paz en Oriente Medio: Sondean la posibilidad de una cumbre a tres bandas en Tokio", el Yomiuri afirmaba: "El Primer Ministro Koizumi se reunió con el Presidente Abbas de la Autoridad Nacional Palestina en la residencia oficial del Primer Ministro el pasado 16 de mayo, y los dos líderes se comprometieron a considerar la posibilidad de que se celebrara en Tokio una conferencia cumbre a tres bandas entre Japón, Israel y Palestina para que la paz sea una realidad en Oriente Medio." En relación con la conferencia cumbre a tres bandas, anunciaba: "El Presidente Abbas dijo que asistiría de buen grado a la conferencia de Tokio si se presentaba la oportunidad, y el Primer Ministro Koizumi también dijo que, 'si quieren dialogar conmigo en Tokio', prepararía la reunión con mucho gusto." Además, según este artículo, durante el transcurso de la conferencia de prensa conjunta que siguió al término de la conferencia cumbre, el Presidente Abbas expresó las esperanzas que tenía depositadas en Japón, diciendo: "Deseo que Japón también ejerza una influencia política. Creo que Japón puede hacerlo porque mantiene unas relaciones muy equilibradas con los países de la región."
El Mainichi (en su edición del 18 de mayo) publicaba un editorial que se centraba en el compromiso político de Japón con el proceso de la paz en Oriente Medio. En principio elogiaba la posición del gobierno, al comentar: "Dejando de lado el problema de la viabilidad de las conversaciones a tres bandas, debemos valorar sobremanera que Japón, país que siempre se ha limitado a prestar ayuda económica, también haya empezado a buscar con decisión la manera de contribuir políticamente." Pero el Mainichi también señalaba que, para que se puedan celebrar estas conversaciones, habrá que tener en cuenta otros factores que son muchos y complejos. Y afirmaba: "Hasta ahora, Estados Unidos ha sido prácticamente el único mediador en las negociaciones de paz para Oriente Medio. Hasta qué punto va a apoyar Estados Unidos la idea de que la conferencia cumbre se celebre en Tokio? Consentirá también Israel, uno de los países que es parte interesada, en acudir a esta conferencia? Aún no se ha concretado nada. Cuando Gran Bretaña intentó celebrar en Londres una conferencia de paz para Oriente Medio el pasado mes de marzo, Israel no quiso acudir. Y existe también la posibilidad de que al Primer Ministro Sharon, cuya visita a Japón se espera para el mes de junio, no le agrade mucho la idea de Japón." Sin embargo, al mismo tiempo, el Mainichi también insistía en que se reestructurara el sistema de colaboración a nivel internacional para impulsar la paz, diciendo: "La Hoja de Ruta, que es la base de la paz, es una propuesta conjunta de Estados Unidos, la ONU, Rusia y la Unión Europea. Sí que es posible construir un amplio sistema de mediación que incluya a estos países y organizaciones, y cuyo formato permita también la participación de Japón."
Otro asunto de gran importancia, del que Koizumi y Abbas trataron en su reunión, tenía que ver con las posibles medidas para fortalecer la administración del Presidente Abbas, el cual ha declarado abiertamente su intención de impulsar la paz mediante el diálogo con Israel. En Palestina, tras la muerte del Presidente Arafat, Abbas fue elegido como su sucesor haciendo resaltar la creación de un Estado palestino mediante el diálogo con Israel. En febrero de este año, el Presidente Abbas se reunía con el Primer Ministro Sharon, y los dos líderes anunciaron el cese de la violencia. Sin embargo, a pesar de estos movimientos en pro de la paz, sigue habiendo varios factores desestabilizadores dentro de Palestina en contra del liderazgo de Abbas.
Un editorial del Nikkei (en su edición del 19 de mayo) hacía hincapié en la importancia del apoyo económico a Palestina para consolidar los cimientos del proceso de paz. Afirmaba: "En Palestina, el comienzo de la retirada de los colonos israelíes del distrito de Gaza está previsto para el futuro cercano, de manera que la reconstrucción de la infraestructura social y de comunicaciones, como son las carreteras, el suministro de agua y las escuelas será un asunto de gran importancia. La presencia de Japón debería dejarse sentir, en primer lugar, mediante la ayuda en la reconstrucción de las infraestructuras. En una época en la que Palestina, bajo la administración Abbas, muestra signos de estabilización, es necesario que las ayudas lleguen pronto para poder hacer frente a las necesidades del país." El editorial del Nikkei proseguía: "Actualmente, Palestina no dispone de ninguna fuente de ingresos que no sea la agricultura y los emigrantes que trabajan en Israel. Si nadie se preocupa por solucionar esta situación, Palestina podría convertirse en una economía dependiente de la ayuda internacional. Para impulsar la construcción y la estabilidad de la nación, lo más importante a partir de ahora es que Palestina no pierda la senda de la independencia económica. La clave para conseguirlo estriba en atraer las inversiones extranjeras para generar empleo. En este sentido, Japón puede desempeñar un importante papel ampliando su cooperación en la capacitación profesional, la asistencia técnica, la construcción de infraestructuras para la actividad empresarial, la atracción de empresas, etcétera."
El Yomiuri (en su edición del 17 de mayo) comentaba: "Israel ha retirado sus unidades militares de algunas ciudades de Cisjordania, pero aún sigue con la construcción del muro de separación. Las dos partes aún están muy lejos de poder eliminar la desconfianza mutua. Lo primero que se le exige al Presidente Abbas es que tome medidas contra los grupos extremistas palestinos como Hamas. Durante la conferencia cumbre, el Presidente Abbas dijo que consolidaría el estado de derecho y que haría todo lo posible por establecer un sistema de seguridad pública. Su línea de actuación consistirá, según decía, en reducir a 3 las más de 10 organizaciones de seguridad pública y llevar a cabo controles eficaces." Tras mencionar de esta manera la determinación del Presidente Abbas, el editorial del Yomiuri pasaba a decir que el resultado de las elecciones al Consejo Nacional Palestino (el parlamento palestino), previstas para el mes de julio, serán una piedra de toque para la administración Abbas. A continuación insistía en que se actuara con cautela, puesto que aún había que eliminar ciertos factores inestables para la política de diálogo. Se preguntaba: "Qué les ocurrirá a las relaciones con Israel si Hamas aumenta su presencia en el Consejo Nacional?" Teniendo en consideración todas estas circunstancias, el editorial titulado "El papel de Japón es modesto pero no insignificante" afirmaba: "La reconstrucción económica es fundamental para que el Presidente pueda consolidar su base. La economía palestina muestra signos de cansancio, y el número de desempleados crece por momentos. Japón tiene un papel importante que desempeñar desde el punto de vista de la ayuda económica y la cooperación técnica."
Según el Nikkei (en su edición del 17 de mayo), la ayuda de Japón a Palestina ascendió a un total de 770 millones de dólares durante el periodo que va desde el Acuerdo de Oslo en el ejercicio fiscal del 1993, por el cual Israel y Palestina se comprometían a solucionar el conflicto mediante el diálogo, hasta el ejercicio fiscal del 2004. La contribución de Japón ascendió a 90 millones de dólares durante el ejercicio fiscal del 2004. Y durante su reunión con el Presidente Abbas, el Primer Ministro Koizumi anunció que Japón pondría en marcha una ayuda económica adicional de unos 100 millones de dólares. Esta ayuda se espera que sea destinada a la construcción de infraestructuras, como, por ejemplo, carreteras, vivienda, suministro de agua y sistema de alcantarillado. Durante la conferencia de prensa conjunta que se celebró tras la reunión, el Primer Ministro Koizumi hizo hincapié en que "la paz en Oriente Medio está directamente unida a la estabilidad y prosperidad del mundo" y, al aducir la razón por la que se ha decidido conceder esta ayuda adicional, dijo que "es importante apoyar los esfuerzos de paz del Presidente Abbas."
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