La Expo 2005 abre sus puertas durante un período de 185 días cerca de Nagoya; hay 121 países participantes; y se esperan 15 millones de visitantes



La Expo 2005 de Aichi abrió sus puertas el pasado 25 de marzo a las afueras de Nagoya situada en el corazón de Japón y permanecerá abierta durante 185 días hasta el próximo día 25 de septiembre. El tema principal de la Exposición universal, primera de este siglo XXI, es la "sabiduría de la naturaleza". Con este tema se quiere reflejar la gran preocupación de la humanidad por la coexistencia con la naturaleza y el desarrollo económico sostenible, en el que se espera que las tecnologías avanzadas también desempeñen un papel importante tal y como se presentan en la muestra. "Como se trata de la primera Exposición universal del siglo XXI, la Expo 2005 tiene ante sí el reto de mostrar lo que puede legar para el futuro", según decía el Mainichi Shimbun en su editorial del 25 de marzo.
Tras un período previo de preparación de ocho años, la Exposición abría sus puertas al público después de que el Bureau Internacional des Expositions (BIE) designara a Aichi, en 1997, como sede de la Exposición. Pero ya en 1988, durante el período inmediatamente posterior al fracaso de Nagoya en su intento de albergar los Juegos Olímpicos, la prefectura de Aichi anunciaba su intención de organizar la Expo.

El recinto ocupa 173 hectáreas en las colinas que se extienden por las afueras de Nagoya, en las que se encuentra el recinto principal de Nagakute y el segundo recinto colindante de Seto. Participan 121 países, incluido Japón, y cuatro organizaciones internacionales. En el recinto de Nagakute (158 hectáreas), se encuentran seis pabellones de otros países, nueve pabellones de empresas, además de otros pabellones del gobierno de Japón, de la prefectura de Aichi y de la ciudad de Nagoya. En el recinto de Seto (15 hectáreas) está previsto que diversos grupos de ciudadanos lleven a cabo más de 200 actividades sobre temas medioambientales y el bienestar.

La Casa Global, cuyos objetos expuestos se centran en la interacción del hombre con la naturaleza, simboliza el tema principal de la Exposición: "la sabiduría de la naturaleza". Una de las principales atracciones de la Expo es el cráneo de un mamut de 18.000 años encontrado el 2002 en Rusia, casi en perfecto estado de conservación y que se muestra en una vitrina refrigerada en uno de los extremos de la Casa Global. La cabeza del mamut deja anonadados a todos los visitantes porque es una prueba de la fuerza de la naturaleza. La Casa Global también cuenta con una pantalla gigante de 2005 pulgadas que mide 10 metros por 50, en la que se muestran animales salvajes y escenas magníficas de la naturaleza.

Los seis pabellones extranjeros se llaman Global Commons. Global Commons 1 alberga a 17 países de Asia; Global Commons 2, a 17 países norteamericanos y latinoamericanos; Global Commons 3 y 4, a 34 países europeos y mediterráneos; Global Commons 5, a 29 países africanos (Egipto y Sudáfrica tienen pabellones independientes y separados); y Global Commons 6, a 26 países de Oceanía y del Sudeste Asiático.

Hay nueve pabellones empresariales, incluidos los tres independientes de Toyota, Hitachi y Mitsui-Toshiba. En estos pabellones se exhibe, comprensiblemente, la tecnología del futuro más avanzada, como los robots, los coches con motor eléctrico y un tren Maglev. Todos estos aparatos de tecnología punta tratan de ayudar a mejorar la coexistencia del hombre con la naturaleza; no se exponen como si fueran una mera demostración del poder de la tecnología. El Linimo, un tren de levitación magnética, es el primero en utilizarse como medio de acceso al recinto de la Expo desde el final de la línea del suburbano en el centro de Nagoya.

La Expo 2005 es la primera Exposición universal de la historia que ha invitado a grupos de ciudadanos y de organizaciones no gubernamentales a participar en ella. En la Aldea Global participan las ONG preocupadas por el medioambiente, la paz, la educación, los alimentos y demás cuestiones mundiales. Entre ellas se encuentra Médicins Sans Frontires (Médicos Sin Fronteras) que ha levantado un campo de refugiados.

Transformación del concepto de las Expos
Para Japón, esta es la primera gran Exposición en 35 años desde que en 1970 se celebrara la primera Expo de Asia en Osaka, cuando el país se encontraba en la cúspide de su pujante crecimiento económico. Por aquel entonces, la Exposición atrajo a 64,2 millones de visitantes, una cifra que aún no ha sido superada en la historia de las Expos. Aunque en un principio se pretendía que el tema de la Exposición "el progreso de la humanidad y la armonía" se entendiera como una advertencia en contra de la obsesión con el crecimiento económico, la Expo de Osaka, en la que participaron 76 países y cuatro organizaciones internacionales, se regodeó excesivamente en el clima de optimismo que por entonces se había apoderado de Japón, sin prestar mucha atención al medioambiente o al desarrollo sostenible, vanagloriándose, sin reparo alguno, de los asombrosos avances de la tecnología industrial.

En comparación, la Expo 2005 de Aichi tiene un clima más sobrio y más preocupado por el medioambiente y por la coexistencia del hombre y la naturaleza. Quizá marque el tono de futuras Exposiciones, como el de la próxima Exposición universal de Shanghai, cuya celebración está prevista para el 2010. Cuando comenzó la campaña para acoger la Expo de Aichi, la idea no era muy diferente de la de Osaka, cuya máxima preocupación era la de hacer gala de todos los logros físicos y matemáticos de la ciencia y la tecnología; pero decidió hacer más hincapié en el medioambiente por mor de los cambios socioeconómicos y el aumento de los movimientos ciudadanos. El tema de la "sabiduría de la naturaleza" es considerado como la culminación de esa transformación.

La Expo de Aichi tiene lugar en un momento en el que la región de Chubu, en cuyo centro se encuentra Nagoya, ha captado la atención de todo el país por su solidez económica. Nagoya, que tradicionalmente ha sido un lugar intermedio entre Tokyo y Osaka, las dos capitales económicas de la nación, parece haber asumido un nuevo dinamismo en estos últimos años. Entre otras cosas, el aparentemente imparable crecimiento económico de Toyota Motor Corporation, compañía muy identificada con la región de Nagoya, es la principal fuente de la solidez económica de la región. Shoichiro Toyota, presidente honorario de esta compañía automovilística, es el presidente de la Asociación Japonesa para la Exposición universal de 2005. Otra prueba más del peso de los directivos de Toyota es el nombramiento de un ex directivo de Toyota como presidente del Aeropuerto Internacional Centrair, que abrió sus puertas antes de la inauguración de la Expo de Aichi, como aeropuerto de Nagoya y el tercer mayor aeropuerto internacional de Japón. "La Expo es también un mensaje para que el mundo sepa que Nagoya lidera la economía japonesa", decía el Nihon Keizai Shimbun en su editorial del 25 de marzo.

Tras un largo aplazamiento, vuelve a aplicarse el límite sobre los depósitos de garantía toda vez que la confianza en la estabilidad financiera se considera recuperada
La "compensación", un término japonés que forma parte de la jerga financiera desde hace años, volvió a entrar en vigor el pasado día 1 de abril. Esta medida implica que la garantía sobre el interés y los depósitos bancarios vuelve a quedar establecida en 10 millones de yenes (93.400 dólares) por depositante y banco en caso de quiebra. Tras haberlo suspendido durante estos últimos años, el gobierno ha aplicado el límite, convencido de que el sistema financiero japonés ha recuperado suficiente estabilidad, dejando atrás la situación de crisis en la que se sumió tras el estallido de la burbuja económica de los 80. También significa que el compromiso político adquirido por el Gobierno Koizumi de resolver el asunto de los créditos fallidos hace tiempo que ya ha sido cumplido.

En efecto, el momento escogido para la aplicación del límite sobre la garantía de los depósitos se ha considerado como una prueba simbólica de la estabilidad del sistema financiero japonés. Antes de la aguda crisis financiera de finales de los 90, que culminó con las quiebras de importantes instituciones financieras como la Sociedad de Valores Yamaichi, el Banco Hokkaido Takushoku, el Banco de Crédito a Largo Plazo de Japón y el Banco de Crédito de Japón en 1997 y 1998, la cantidad del depósito bancario a compensar en caso de quiebra por la Corporación de Seguros de Depósitos, respaldada por el gobierno, estaba limitada a 10 millones de yenes por depositante e institución financiera. Pero el límite fue eliminado como medida de emergencia por quinto año consecutivo en 1996, con lo que se permitía la compensación de cualquier cantidad, para que no cundiera el pánico entre los depositantes en el peor momento de la crisis financiera y evitar así que se produjeran problemas aún más graves.

Esta medida de emergencia fue adoptada de nuevo en el 2001 y en el 2002, debido a la preocupación del gobierno de que la reintroducción del límite pudiera desencadenar un éxodo hacia otras instituciones financieras más seguras que las consideradas por los depositantes como inseguras, una medida que podría llevar a la quiebra a las instituciones más débiles. Aunque las instituciones de provincias menos importantes eran consideradas como especialmente vulnerables, la enorme carga de créditos morosos soportada por algunos de los grandes bancos también podría ponerlos en apuros.

Al parecer, la tranquilidad ha vuelto al sistema financiero, con lo que se ha reducido la probabilidad de que los depositantes tomen medidas motivadas por el pánico. Cuando el pasado 1 de abril se volvió a prescribir el límite de "compensación", no se produjeron cambios notables en los depósitos de un banco hacia otro. De los factores que han posibilitado la recuperación de la estabilidad financiera, el más importante ha sido la reducción de los créditos fallidos que había lastrado a los bancos y paralizado al sistema financiero de la nación. La tasa de créditos fallidos de los cuatro grupos bancarios más importantes ha descendido hasta situarse entre el 3 y el 5% (a excepción del UFJ en el que es mucho más alta) de sus activos, con respecto a un nivel que era varias veces más alto durante su punto crítico del pasado. Esta reducción ha tenido lugar gracias, en gran medida, a las medidas de obligado cumplimiento dictadas por la Agencia de Servicios Financieros en 2002, por las que se obligaba a los grandes bancos a reducir a la mitad sus tasas de créditos fallidos antes del cierre del ejercicio fiscal de 2004, el 31 de marzo pasado.

Aunque volver a instaurar el límite sobre la garantía de los depósitos bancarios ha devuelto la estabilidad al sistema financiero japonés, esto no significa que sea robusto y su salud sea completa. Aún persisten las consecuencias del legado de la dura prueba a la que se vio sometido durante los años posteriores al estallido de la burbuja. Aun cuando los principales bancos han reducido sus tasas de créditos fallidos, la mayor parte aún debe una enorme cantidad de fondos al Estado, tras la inyección de fondos públicos que recibieron para garantizar su estabilidad durante el período de recesión. Además, su capacidad para generar beneficios es escasa, puesto que han estado muy ocupados con la eliminación de los créditos fallidos, desviando recursos ad hoc en lugar de invertir para el fortalecimiento de verdaderos recursos de gestión.

El Mainichi Shimbun, en su editorial del 29 de marzo, describía el estado actual del sector bancario como "sostenido aún por una enorme cantidad de fondos públicos, cuyo pago contribuirá a normalizar el sistema financiero de forma efectiva". El periódico también opinaba que "la política de interés cero, medida que trae consigo una masiva transferencia de los ingresos de los depositantes a los bancos, ha salvado a estos últimos de la recesión. Por tanto, hasta que los depósitos comiencen a producir interés, no se podrá decir que la economía ha recuperado la salud".

El gobernador del Banco de Japón, Toshihiko Fukui, al comentar la situación financiera, decía que esta "tranquilidad" no quiere decir necesariamente que exista la paz completa. De su comentario se infirió que podría darse algún problema en instituciones financieras menores, cuyas tasas de créditos fallidos permanecen aún en un nivel elevado. Durante el período previo a la imposición del límite sobre la garantía de los depósitos, algunas instituciones menores se fusionaron para reforzar su gestión, y es probable que este tipo de medidas continúen produciéndose en el futuro entre unas 600 instituciones menores y bancos regionales, bancos 'Shinkin' (cooperativas regionales de crédito japonesas) y bancos de ámbito local.

Lecciones valiosas aprendidas por los depositantes
Los depositantes o consumidores han aprendido varias lecciones valiosas de la pasada crisis financiera que afectó al sistema y al sector financieros de una forma inimaginable, cuando la economía de Japón progresaba sin sobresaltos de ningún tipo. La primera de estas lecciones es que los bancos podían ir a la quiebra y por consiguiente sus depósitos podían evaporarse (lo cual, en realidad, no ha sucedido aún). El mito de que el sistema bancario de Japón nunca permitiría que eso ocurriera bajo el control del todopoderoso Ministerio de Finanzas se ha venido abajo por completo. Otra lección es que, puesto que el mito de la seguridad de los bancos ha quedado muy tocado, los depositantes han de buscar formas más seguras y rentables de gestionar su patrimonio, en lugar de confiar tanto y tan despreocupadamente en los bancos como sucedió en el pasado.

"Ha llegado la hora de que los ciudadanos asuman la responsabilidad de la gestión de su propio patrimonio", advertía el Asahi Shimbun en su editorial del 1 de abril. "Hasta ahora, el estado salvaguardaba los depósitos de los bancos privados en su totalidad. Así, los depósitos bancarios parecen seguros, pero el mecanismo que los sustentaba era el dinero de los contribuyentes que los bancos recibían por medio de una inyección de fondos públicos", comentaba el periódico.

En realidad, los círculos financieros están a la espera de que se produzcan movimientos de dinero desde los depósitos bancarios hacia otros productos financieros más rentables, especialmente las inversiones en valores de renta fija o en capital social. Esto se corresponde con un cambio más amplio al que se enfrenta la financiación empresarial en Japón: el abandono de la denominada financiación indirecta, que consiste en pedir prestado a los bancos, a favor de la financiación directa, que se aprovecha del mercado bursátil para recaudar fondos.

Comentario japonés a la muerte del Papa Juan Pablo II
Los principales periódicos japoneses trataron la muerte del Papa Juan Pablo II como la noticia más importante del día en sus ediciones matinales del 4 de abril. De los cinco periódicos de tirada nacional, el Asahi Shimbun, el Mainichi Shimbun y el Sankei Shimbun informaban de su muerte en los artículos más destacados de sus primeras planas; y el Yomiuri Shimbun y el Nihon Keizai Shimbun (Nikkei) publicaban la noticia también en artículos destacados. Estos periódicos dedicaban tres y cuatro páginas a publicar artículos sobre la vida y los logros del Papa, que incluían los editoriales y las páginas de noticias nacionales e internacionales. También se hacían eco de los sentimientos de pesar del pueblo japonés por la muerte del Papa. Es muy poco frecuente que los medios de comunicación japoneses muestren tanto interés por la muerte de un líder supremo de la Iglesia Católica.

Además, el Primer Ministro Junichiro Koizumi transmitió un mensaje a través de la Embajada del Japón en el Vaticano en el que afirmaba lo siguiente: "Permítanme transmitirles el más sentido pésame del pueblo y del gobierno japoneses, y expresar un profundo respeto por sus meritorias acciones que realizó, no sin esfuerzo, en aras de la paz mundial."

Una audaz participación en política que cambió el mundo
Todos los principales periódicos de Japón alababan al Papa en sus editoriales por haberse esforzado durante toda la vida por promover la paz mundial, preservar la dignidad de la humanidad e incentivar el diálogo entre las diferentes religiones. También hacían hincapié en que el último gran logro del difunto Papa fue el cambio obrado en el mundo merced a estos esfuerzos.

El Yomiuri comentaba: "La visita del Papa a Polonia en 1979, poco después de su elección, tuvo un significado importante toda vez que provocó un cambio en la estructura de la política internacional. En su madre patria, país de gobierno socialista en aquella época, el Papa le dijo al pueblo polaco que no tenía nada que temer; hizo un llamamiento en pro de la libertad religiosa y del fin de la Guerra Fría. Esta proclamación inspiró al pueblo polaco y proporcionó ayuda espiritual al movimiento democrático aglutinado en el sindicato independiente Solidaridad. ste fue uno de los impulsos que condujo a la caída de los gobiernos socialistas de la antigua Unión Soviética y de los países del Este de Europa. Por este motivo, el Papa Juan Pablo II es considerado como uno de los principales protagonistas del final de la Guerra Fría."

El Mainichi escribía: "Su vida estuvo dedicada a la consecución de la paz mundial y a las reformas. El Papa Juan Pablo II, que ha muerto a los 84 años de edad, fue conocido como el 'papa viajero' y la 'Santa Sede aérea' por sus frecuentes viajes al extranjero, entre los que se incluye una visita a Japón en 1981. Abordó con entusiasmo el importante asunto de la 'religión y la política' y fue un 'Papa combativo' que intervino activamente en asuntos de política. Queremos expresar nuestro reconocimiento a la contribución del Papa durante un cuarto de siglo."

El Sankei manifestaba: "En Estados Unidos, el presidente Ronald Reagan, cuyo nombramiento tuvo lugar en 1981, describió a la antigua Unión Soviética como el 'imperio del mal' e incrementó su postura de enfrentamiento con respecto a este régimen represivo. Si el logro del presidente Reagan como figura de la política consistió en arrinconar al régimen comunista militar y políticamente, el Papa Juan Pablo II será recordado como un líder cristiano que, como figura religiosa, combatió la inhumanidad del comunismo desde el plano espiritual."

El Asahi comentaba: "El Papa fue incluso más lejos que sus predecesores al iniciar el diálogo y predicar la reconciliación con otros grupos religiosos, como la Iglesia Ortodoxa de Oriente, y con los líderes islámicos. No dudó en pedir perdón por los errores históricos cometidos por la Iglesia. Su visita a Grecia era la primera realizada por un Papa desde 1054. Devolvió el honor a la memoria de Galileo, juzgado y condenado por la Inquisición por su teoría de Copérnico contraria a la Iglesia; y reconoció la teoría de Darwin sobre la evolución como 'algo más que una simple hipótesis'. Fue, a fin de cuentas, un revolucionario de la Iglesia.

Expresión de dolor en Hiroshima y Nagasaki
Se han publicado muchos artículos en los medios de comunicación y en programas de televisión en los que se expresaba el pésame por el fallecimiento del Papa, no sólo en países en los que hay un gran número de creyentes católicos, sino también en todo el mundo. Con todo, el tratamiento de la noticia en los medios de comunicación japoneses no ha encontrado parangón en el mundo. El tema central ha sido el mensaje que el Papa Juan Pablo II transmitió al mundo durante su visita a Japón en 1981 para prevenir la guerra nuclear, y el hecho de que para ello eligiera el país que se había convertido en el primero de la historia de la humanidad en sufrir un bombardeo atómico.

De los cinco periódicos de tirada nacional, cuatro periódicos (el Asahi, el Yomiuri, el Mainichi y el Nikkei) publicaron artículos destacados en las páginas de información nacional de sus ediciones matutinas del 4 de abril en los que destacaban el gran aprecio que muchos ciudadanos japoneses sentían por el Papa, entre los que se incluían los de las ciudades que sufrieron los bombardeos atómicos: Hiroshima y Nagasaki.

El Mainichi empezaba: "Incluso ahora, aún está fresco en la memoria de todos los creyentes, en la de las víctimas de la bomba atómica y en la de los ciudadanos, el enardecido llamamiento al desarme y a la abolición de las armas nucleares que lanzó el Papa durante su visita a Japón en 1981, cuando viajó desde Tokio a Hiroshima y Nagasaki. Las llamas de la guerra aún no se han extinguido en el mundo. Los que por entonces lo conocieron sintieron un dolor sincero cuando se enteraron de la noticia de la muerte del Papa que tanto se esforzó por la paz." Y continuaba con las reacciones de los ciudadanos japoneses ante la triste noticia recibida desde el Vaticano.

Según este artículo, el Papa Juan Pablo II, ante unas 25.000 personas reunidas en el Parque Conmemorativo de la Paz de Hiroshima, volvió a hacer un llamamiento a la paz en nueve idiomas, incluidos el japonés y el inglés, en el que describía la guerra como una "calamidad provocada por el hombre" y decía: "Recordar Hiroshima es renegar de la guerra nuclear." Tadatoshi Akiba, alcalde de Hiroshima, manifestó públicamente su pésame por la muerte del Papa diciendo: "Debemos ponernos de acuerdo para erradicar las armas nucleares recordando el mensaje del Papa." Mientras tanto, un artículo del Asahi también informaba de los comentarios de Akihiro Takahashi, que acompañó al Papa en su visita al Museo de la Paz de Hiroshima, del que era director por aquel entonces. Takahashi dijo: "Espero que el próximo Papa continúe con su llamamiento para la abolición de las armas nucleares."

Nuevas cuestiones para el Papa: Un mundo y unos valores en continuo cambio a un ritmo acelerado
En sus editoriales, todos los periódicos de tirada nacional elogiaban al Papa por haber sido una figura fundamental en el fin de la Guerra Fría, pero también señalaban con serenidad que el catolicismo convencional está siendo actualmente cuestionado en esta edad en que los valores y las actitudes de la sociedad cambian tan rápidamente.

El Mainichi comentaba: "El Papa adoptó una postura revolucionaria en asuntos políticos y anunció el cambio y la ampliación de la visión católica del mundo sin las ataduras de la estructura convencional de la Iglesia, pero hasta el final no se apartó de la senda conservadora sobre las cuestiones éticas relacionadas con la vida humana: Se opuso al aborto y a la eutanasia, y también se opuso a la utilización de los preservativos para la prevención del SIDA."

El Nikkei declaraba: "A partir de ahora se elegirá al nuevo Papa, pero la Iglesia Católica tendrá que afrontar varios problemas. Uno de estos problemas probablemente será el equilibrio entre la iglesia de America Latina y los países africanos por un lado, y la iglesia de Estados Unidos y Europa por otro. Se dice que también existen diferencias de percepción entre las iglesias de los países desarrollados y las de los países en vías de desarrollo sobre los problemas económicos y medioambientales. Nos gustaría seguir de cerca el liderazgo del nuevo Papa, incluida su interpretación de la doctrina."

El Asahi observaba: "El Papa Juan Pablo II fue muy conservador en lo que respecta a las normas y a la moral religiosas. No admitió el control de la natalidad ni la anticoncepción. No aprobó la homosexualidad, ni tampoco el sacerdocio de las mujeres. Había una gran diferencia entre su credo y la realidad del mundo. Y a pesar de todo esto, estas cuestiones no perjudicaron a los logros del Papa Juan Pablo II. Sus palabras y sus actos, que eran producto de las lecciones extraídas de la triste historia europea, conmovieron al mundo traspasando las barreras de las diferencias entre religiones. Esperamos, sinceramente, que su aspiración por la paz pueda transmitirse a la próxima generación."

El gobierno de Koizumi presenta el proyecto de ley para la privatización de los Servicios Postales, pero en lo fundamental suscita dudas
El gobierno de Koizumi ha convertido en proyecto de ley su plan para privatizar los servicios postales de Japón, incluidos los ahorros y los seguros, pero, antes de que consiga llegar a la Dieta, tiene que enfrentarse a un panorama de continua oposición desde el seno de su propio partido, el Partido Liberal Democrático. Aunque la privatización de correos es el distintivo del programa de reformas del Primer Ministro Junichiro Koizumi, el plan ha sufrido un contratiempo tras otro en medio de una fuerte presión política. Por otro lado, los medios de comunicación han expresado dudas y preocupación generalizadas sobre el contenido del proyecto de ley de privatización promovido por el gobierno.

En virtud del proyecto de ley propuesto, el titular de la corporación pública de correos, Japan Post, será dividido en cuatro servicios en abril de 2007- el servicio de atención al público, el servicio del reparto postal, el servicio de ahorros y el servicio de seguros, cuyo propietario será una sociedad de cartera de propiedad 100% estatal. Para cuando hayan transcurrido 10 años, allá por abril de 2017, la compañía de ahorros y la compañía de seguros dejarán de estar bajo el control del estado mediante la venta de todas sus acciones en la Bolsa para convertirse en corporaciones privadas, mientras que el servicio de atención al público y la compañía del reparto postal seguirán siendo 100% propiedad de la sociedad de cartera, de la que, para entonces, el estado controlará un tercio. Pero en el futuro, se permitirá que la sociedad de cartera pueda volver a comprar las acciones de los dos servicios financieros (el servicio de ahorros y de seguros) en la Bolsa, si lo considera conveniente. Los dos servicios controlados por la sociedad de cartera también podrán comprar las acciones de los dos servicios financieros para formar un grupo de participación recíproca.

Aun cuando sea denominada privatización "postal", en realidad, la cuestión de fondo radica en qué hacer respecto al servicio de ahorros postales y los seguros, que absorben 350 billones de yenes (3,24 billones de dólares) del sector privado (los ciudadanos) y los canaliza hacia el sector público (el estado). La magnitud de esta cantidad es más que manifiesta si se compara con los 1400 billones de yenes (12,96 billones de dólares) del total de activos financieros personales que posee el pueblo japonés. A finales de marzo de este año, los ahorros postales han alcanzado un volumen de 214 billones de yenes (1,98 billones de dólares), lo que la convierte en el mayor banco de Japón. La cifra es igual a la suma de los depósitos de los cuatro mega-bancos de Japón.

Este mecanismo que le permite al gobierno adquirir fondos en esta proporción, con la total garantía del Estado que ofrecen los ahorros postales y las primas de seguros, además de otras ventajas (como no tener que pagar impuestos sobre las ganancias ni primas por los seguros de protección de los depósitos, a diferencia de lo que sucede con las instituciones financieras privadas), recibe el nombre de "socialismo financiero", algo desconocido en otros países industrializados. Se le considera responsable de haber distorsionado el mercado financiero de la nación, además de haber contribuido a que el gasto público pierda parte de su orden y su rendimiento.

La idea de privatizar los servicios financieros realizados por correos responde al interés por integrarlas dentro del mecanismo y la eficacia del mercado. Desde este punto de vista, que las compañías de seguros y las de ahorros se independicen del control del Estado, para convertirse en corporaciones completamente privadas hay que considerarlo como un paso clave en la reforma de los servicios postales. El Yomiuri Shimbun comentaba en su editorial del 5 de abril que "es esencial que la reforma de los servicios postales llegue a buen puerto".

A este respecto, otro punto que no debe ser pasado por alto es el hecho de que los ahorros postales y los seguros son una importante fuente de fondos para comprar grandes cantidades de bonos del estado, cuya emisión se encuentra a un nivel peligrosamente elevado.

Por qué esta tenaz oposición?
Pero por qué esta oposición tan obstinada desde el seno del propio partido del gobierno a la reforma de los servicios postales? La respuesta es que esta entidad, que tiene con una plantilla de más de 240.000 trabajadores en una red nacional de 24.700 oficinas de correos, cuenta con el firme apoyo no sólo de los burócratas, sino también de los políticos que deben su elección a la Dieta a los administradores de correos, figuras influyentes en pueblos y ciudades, y en sus empleados. Sin los servicios de ahorros y los seguros, casi todas las oficinas de correos pierden dinero con el servicio de reparto postal. Este es el motivo por el que existe una oposición tan denodada para no perder los servicios de los ahorros y los seguros. De darse esta situación, claro está, se exigirá como importante condición que se mantenga el actual nivel de empleo una vez que, tras la privatización, los trabajadores de correos dejen de ser funcionarios.

Con el proyecto de ley presentado se asegura la prestación de un servicio que se supone universal, puesto que se mantienen oficinas de correos en todos los rincones del país no sólo para prestar el servicio de entrega postal, sino también para prestar servicios financieros. Después de abril de 2007, las compañías de seguros y de ahorros se verán obligadas por ley a encargar la gestión de las empresas de banca y seguros a la compañía de servicios de atención al público. Esta última, probablemente ofrecerá también servicios parecidos a los de las tiendas convenientes y las agencias de venta de entradas. "Será compatible todo este proceso complicado de privatizaciones con el halageño panorama de conservar intacta la red nacional de oficinas de correos y sus empleos?", se preguntaba el Asahi Shimbun en su editorial del 5 de abril.

Todos los principales periódicos se han mostrado unánimes al expresar sus dudas y su escepticismo sobre el programa de privatizaciones del gobierno respecto de una cuestión: el artículo que estipula la posibilidad de que el gobierno pueda conservar el control sobre las dos unidades financieras. La sociedad de cartera podrá volver a adquirir las acciones de estas dos unidades en el futuro por decisión de gestión propia. La compañía de servicios de atención al público y la compañía del servicio de entrega postal también podrán comprar las acciones de las dos unidades. Lo que preocupa es que, después de todo, este conglomerado financiero estatal pueda sobrevivir de una forma o de otra. Aunque se trata de una importante concesión realizada por el Primer Ministro Koizumi para apaciguar a las fuerzas anti-privatización de su partido, ha sido invariablemente descrita por la prensa como una treta que debilita todos los argumentos de la privatización. "La reforma de los servicios postales no debería ser algo cuyo principal objetivo sea la protección de las oficinas de correos; debería ser algo que proteja a todos los japoneses fortaleciendo su economía de la mano de iniciativas del sector privado", argumentaba el Nihon Keizai Shimbun en su editorial del pasado 5 de abril.

El pueblo japonés, a pesar del enorme revuelo que se ha desencadenado dentro del partido del gobierno o entre los legisladores, sigue mostrando frialdad o indiferencia con respecto al argumento de la privatización de los servicios postales. "El Primer Ministro Koizumi debe aún a la nación una explicación más cabal de por qué es necesaria la reforma de los servicios postales", comentaba el Mainichi Shimbun en su editorial del 5 de abril.

850.000 jóvenes no muestran inclinación alguna por el trabajo
Según la edición de 2004 del Libro Blanco sobre Economía Laboral (Análisis de la Economía Laboral, 2004), publicado el pasado año por el Ministerio de Sanidad, Trabajo y Bienestar Social, el número de jóvenes conocidos como NEET ("desempleados, no escolarizados ni haciendo prácticas"), que se están convirtiendo en un gran problema social puesto que ni trabajan ni estudian, ha alcanzado ya las 520.000 personas. Además, el número de los denominados "freeters" (trabajadores a tiempo parcial que van de un empleo a otro- del inglés "free" y del alemán "arbeiter") alcanzaron un promedio de 2,17 millones en el 2003, lo cual supone un aumento de 80.000 personas con respecto al año anterior. En marzo del presente año, la Oficina de Gabinete anunció que el número de NEET alcanzó aproximadamente los 850.000. Esta estadística se diferencia de la facilitada por el Ministerio de Sanidad, Trabajo y Bienestar Social, que no considera como NEET a las personas que ayudan en labores domésticas, con lo cual se obtiene un aumento del 27% con respecto a las cifras de hace 10 años; en esta cifra se incluyen las aproximadamente 430.000 personas que se encontrarán buscando empleo y las aproximadamente 420.000 personas que no lo buscarán. Todo esto significa que una persona de cada cuarenta perteneciente a la franja de edad comprendida entre los 15 y los 34 años es un NEET.

El gobierno, junto con diversas instituciones educativas, han reparado en la gravedad de esta situación y han creado un grupo de trabajo para estudiar el empleo entre la población juvenil. Este grupo está integrado por expertos de los campos de la educación, del trabajo y del bienestar social; y su finalidad consiste en poner en marcha políticas concretas pensadas para ayudar a los jóvenes a independizarse.

Qué son los NEET?
El término "NEET" fue acuñado como respuesta a un problema laboral que surgió en Gran Bretaña a finales de los años 90 del pasado siglo, para describir a los jóvenes que se encontraban desempleados, no estudiaban y no tenían capacitación laboral. En Japón, la legislatura, la administración y los medios de comunicación se han venido utilizando esta palabra desde hace aproximadamente un año. Estos NEET no se incluyen en la tasa del paro. Además, en los cálculos del Ministerio de Sanidad, Trabajo y Bienestar Social, basados en un estudio de población activa realizado por el Ministerio de Interior y Comunicaciones, el término se refiere a las personas incluidas entre la población inactiva que se encuentran en la franja de edad comprendida entre los 15 y los 34 años que, tras terminar su educación secundaria, no siguen estudiando ni tampoco se casan. Dado que los NEET no tienen una decidida intención de trabajar, se ha señalado que su problema es más grave que el planteado por los "freeters".

Clasificación de los NEET
Reiko Kosugi, investigadora y directora adjunta del Instituto Japonés de Política Laboral y Capacitación (Japan Institute for Labor Policy and Training), ha clasificado a los NEET en cuatro grupos: el tipo antisocial y hedonista; el tipo retraído, que es incapaz de relacionarse con la sociedad y se encierra en sí mismo; el tipo paralizado, que piensa demasiado antes de buscar un empleo y termina en un punto muerto; y el tipo desilusionado, que sí ha trabajado pero enseguida dejó su empleo, por lo que, consiguientemente, ha perdido confianza en sí mismo.

En lo que respecta a las circunstancias que rodean al cada vez mayor número de NEET, el análisis de Kosugi revela que encontrar un empleo es cada vez más difícil, puesto que las compañías buscan personas que puedan ser útiles desde el primer momento y han reducido la contratación de los nuevos licenciados. Al analizar la generación de NEET por edad partiendo de la base que ofrecían los datos del censo nacional, Kosugi señalaba que la edad de los NEET se encuentra entre los 19 y los 23 años. Según afirmaba, se cree que estos NEET son jóvenes que, aunque hayan terminado su educación secundaria o sus estudios universitarios, son incapaces de encontrar un empleo y han dejado de intentarlo (Yomiuri Shimbun, 5 de octubre de 2004).

Aumento de los NEET y antecedentes del problema
El Libro Blanco sobre Economía Laboral advierte que, además de que la tasa de desempleo entre los jóvenes sigue siendo elevada, el problema de los NEET "es causa de preocupación, porque no sólo afectará a la actividad empresarial y a la economía, sino que también lo hará sobre el sostenimiento y la evolución de la sociedad".

Según Kosugi, basándose en el estudio del censo nacional de 2000, se calcula que el número de los NEET en Japón que tienen entre de 15 a 34 años se sitúa en torno a los 760.000 individuos. En comparación, la cifra oficial de desempleados perteneciente al mismo grupo de edad se sitúa en torno a 1.460.000 personas.

Es más, según los cálculos del Instituto Dai-Ichi de Investigaciones Sociológicas (Dai-Ichi Life Research Institute), la población de los NEET "crecerá hasta alcanzar las 873.000 personas en 2005 y aumentará hasta las 984.000, casi un millón, en el 2010". Takashi Kadokura, economista jefe del Instituto, comentaba: "Es necesario que se tomen contramedidas, porque se teme que este aumento haga disminuir las tasas de crecimiento potencial al frenar el consumo y reducir la población activa." (Asahi Shimbun, 22 de octubre de 2004)

Hisashi Yamada, investigador jefe del Instituto de Investigación de Japón S.L (Japan Research Institute Ltd.), observaba: "Dado que la población activa, que es un recurso de la nación, es cada vez menor, el aumento de la cifra de los NEET será un factor que reducirá el crecimiento económico. También se preocupa que la situación fiscal pueda deteriorarse, puesto que los jóvenes que deberían estar cotizando a la seguridad social podrían, a la inversa, llegar a convertirse en receptores de las ayudas sociales. Otro problema es la posibilidad real de que los jóvenes vean envueltos en problemas sociales como son las drogas y el crimen." (Yomiuri, 5 de octubre de 2004)

Soluciones y contramedidas para solucionar el problema de los NEET
El año pasado, el gobierno creó una comisión para diseñar una estrategia que pudiera ayudar a los jóvenes a independizarse y enfrentarse a sus problemas; y, este año, el gobierno en su totalidad ha pedido una cantidad de 81.000 millones de yenes en los presupuestos del ejercicio fiscal del 2005, para tomar las medidas encaminadas a suscitar el deseo de trabajar entre los NEET y los trabajadores autónomos a tiempo parcial.

Es más, el Libro Blanco sobre Economía Laboral presenta los resultados de un estudio de investigación sobre la capacitación laboral de los jóvenes, que sugieren la posibilidad de que los jóvenes puedan ser contratados por las compañías si éstos adquirieran las siguientes habilidades: (1) habilidades de comunicación, (2) conocimientos académicos básicos, (3) titulación, y (4) sentido de responsabilidad.

En relación con este aumento del número de jóvenes desempleados y de "freeters", el Libro Blanco comenta: "Es importante despertar la conciencia de todas las capas de la sociedad [no sólo la de los círculos empresariales, sino también la de los pedagogos y demás], y de este modo fomentar y mejorar la voluntad y las aptitudes de los jóvenes."

El ministro de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología, Nariaki Nakayama, se refirió a los NEET en el "Concejo Municipal sobre la Reforma Educativa" celebrada en la ciudad de Matsue el 5 marzo, diciendo: "Antes enseñábamos que la competencia no es buena, pero el hecho es que nada más empezar a trabajar en la sociedad nos vemos inmersos en una competencia feroz, y esta diferencia desconcierta a los niños. Acaso la educación actual no está contribuyendo a producir un ejército de reserva de NEET y de "freeters"?" También hacía hincapié en la importancia del deseo de estudiar y trabajar mucho por medio de una competencia sana (Sankei Shimbun, 13 de marzo de 2005).

La directora adjunta de la Oficina de Desarrollo Profesional del Ministerio de Sanidad, Trabajo y Bienestar Social, Yoko Tsuruya, hacía la siguiente observación: "Para poder fomentar la independencia de los jóvenes que no sienten ninguna inclinación por el trabajo y, al no encontrar un empleo, dependen de sus padres, tenemos planeada la creación de 'escuelas para la independencia de los jóvenes' en las que los jóvenes puedan adquirir las habilidades básicas que se necesitan para la vida adulta por medio de la asistencia a un centro específico de capacitación laboral en el que se puede experimentar la vida en grupo. El objetivo de estas escuelas será proporcionar a los jóvenes la confianza y el deseo de trabajar, a través de la formación diaria, las prácticas laborales y el trabajo voluntario, para que así puedan liberarse de su condición de NEET y pasar a la siguiente etapa. Estamos pidiendo a amplias secciones del sector privado que administren y dirijan estas escuelas, y esperamos disponer de unas 40 instalaciones en todo el país." (Yomiuri, 5 de octubre de 2004)

En lo que respecta al problema de los NEET y las contramedidas, Yuji Genda, profesor adjunto de la Universidad de Tokyo, comentaba: "Sumidos en impenetrable estado de parálisis, la realidad es que los NEET piensan demasiado profundamente sobre el significado del trabajo. El concepto simbólico que define a un NEET lo representa una persona joven que va dando bandazos en una era en que priman el individualismo y los conocimientos especializados, para, a continuación, perder la esperanza en el trabajo y quedarse totalmente paralizado. En el fondo de su corazón, la mayoría de los NEET quiere trabajar. Lo que estos NEET necesitan, antes que nada, no son conocimientos ni información sobre el mundo laboral, sino una experiencia concreta de la alegría y la tensión que proporciona la interacción con los demás." (Asahi, 8 de octubre de 2004)

Los círculos de la enseñanza, los empresariales y la sociedad en su conjunto deben sumar sus esfuerzos para solucionar el problema

Tadeo Kiyonari, rector de la Universidad de Hosei manifestaba: "La realidad [que subyace bajo el problema de los NEET] es que a los jóvenes les da igual no encontrar trabajo. Sus padres les han concedido una moratoria. Estos padres son los culpables en gran medida, porque han sido incapaces de enseñarles a sus hijos el significado del trabajo." En lo que respecta a la solución del problema, proseguía: "Lo importante es erradicar las raíces del fenómeno de los NEET. La solución debería buscarse en la educación escolar. Como mínimo, se debería motivar a los alumnos que cursan sus últimos años de educación secundaria para que se independizasen, además de ayudarles a adquirir experiencia laboral." (Nihon Keizai Shimbun, 5 de octubre de 2004)

El Sankei, en su edición del 13 de marzo, citaba la siguiente opinión de la Nihon Shugaku Ryoko Kyokai, (asociación japonesa de excursiones de colegio): "En una época en la que los jóvenes desempleados siguen aumentando, ha surgido un claro movimiento que aboga por la inclusión, entre los itinerarios de las excursiones de los colegios, de un programa que permita a los alumnos escuchar experiencias contadas directamente por profesionales. Estas experiencias les facilitarán a los alumnos la oportunidad de asimilar los valores del trabajo durante las distintas etapas de su educación secundaria. En especial, durante las excursiones realizadas por los cursos de los últimos años de secundaria, se da una progresiva polarización entre los de tipo turístico que sirven para generar recuerdos y los de tipo intelectual que conceden importancia a la orientación profesional."

Akira Takanashi, profesor emérito de la Universidad de Shinshu y antiguo presidente del Consejo de Empleo del gobierno, comentaba: "El fenómeno de los NEET es una rebelión silenciosa de los jóvenes contra la sociedad. Si las revueltas universitarias de los 60 y los 70 del siglo pasado eran una forma consciente de protesta, la característica del fenómeno de los NEET es su carácter inconsciente e involuntario." Y proseguía: "La sociedad, incluidos los sectores empresariales y los de la enseñanza, es la responsable de la aparición del fenómeno de los NEET. Las escuelas no ofrecen ningún tipo de información sobre empleo y educación ocupacional." El profesor emérito Takanashi también señalaba que al luchar por solucionar el problema de los excedentes laborales causados por la economía deflacionaria, las compañías están reduciendo la contratación de empleados fijos, y, en su lugar, están contratando trabajadores a tiempo parcial y en empresas de trabajo temporal. Este tipo de empleos, decía, "no da a los jóvenes demasiadas esperanzas de futuro". "No basta con decirles a estos NEET que dejen de ser tan infantiles", añadía. "Lo más importante es que la sociedad cambie y se acerque más a estos jóvenes." (Asahi, 8 de octubre de 2004)

Las manifestaciones anti-japonesas en China causan alarma en Japón; el gobierno hace un llamamiento a la calma, y exige una disculpa de ChinaLas manifestaciones anti-japonesas en China causan alarma en Japón; el gobierno hace un llamamiento a la calma, y exige una disculpa de China

Las noticias de los brotes de violencia que se han producido durante las manifestaciones anti-japonesas en varias ciudades chinas contra delegaciones diplomáticas japonesas, tiendas, restaurantes e incluso estudiantes japoneses, han sido recibidas en Japón con una mezcla de enojo, consternación y alarma. El gobierno japonés, si bien ha protestado y exigido una disculpa y una compensación del gobierno chino, ha apelado a la nación para que reaccione con calma, pero se teme que se produzca una reacción popular por parte del pueblo japonés.

Todos los principales periódicos de Japón criticaron severamente las violentas manifestaciones de Beijing, que siguieron a las de Chengdu y se extendieron a las ciudades de Guangzhou y Shenzhen, así como instaron al gobierno chino a estrechar el control para impedir que esta violencia vuelva a producirse en el futuro. Aunque los medios de comunicación no han llegado a afirmar que las autoridades chinas estaban detrás de estas manifestaciones, sí que han tomado nota especial del hecho de que, aparentemente, el gobierno chino haya hecho la vista gorda de esta violencia, a pesar de que este negara su responsabilidad por las acciones "espontáneas y voluntarias" de los ciudadanos chinos. Algunos periódicos argumentaban que "ninguna campaña política de estas proporciones puede ser espontánea en este país en el que todo está sometido a un férreo control político".

"Los ataques contra la embajada japonesa en Beijing, capital del gobierno del Partido Comunista Chino, no merecen otro calificativo que el de anómalos", comentaba el Nihon Keizai Shimbun en su editorial del 10 abril. "Esta manifestación anti-japonesa en Beijing, la primera en 20 años, más numerosa y furiosa que la anterior, podría debilitar muchísimo la imagen de China en el exterior", decía.

El Mainichi Shimbun decía en el editorial de su edición del 11 de abril: "Naturalmente, los japoneses no deberían olvidar que el sentimiento anti-japonés en China tiene raíces históricas, pero los chinos también deberían entender que estos movimientos anti-japoneses podrían perjudicar los propios intereses de China."

El Sankei Shimbun y el Yomiuri Shimbun fueron mucho más directos al condenar las violentas manifestaciones y culpar por ello al gobierno chino: "Antes de investigar sobre los motivos de las acciones chinas, Japón debería presentar una firme protesta contra la ilegalidad y la barbarie de estas manifestaciones", reclamaba el Sankei Shimbun en su editorial del 12 de abril. En su editorial del 13 de abril, el periódico argumentaba que "las autoridades chinas, al eludir su responsabilidad internacional de salvaguardar una delegación diplomática extranjera, han demostrado prácticamente que no están preparadas para acoger los Juegos Olímpicos". "Acaso es disculpable realizar cualquier manifestación si es anti-japonesa?", preguntaba el Yomiuri Shimbun. "No hemos sabido que la policía tratara alguna vez de suprimir estos actos de violencia. Eso no se permite en ningún país de Estado de Derecho", escribía en su editorial del 11 de abril.

En su editorial del 11 de abril, el Asahi Shimbun describía la situación como "quizá la peor que atraviesan las relaciones diplomáticas desde su normalización en 1972", y argumentaba que "en Japón, muchas personas están tomándose en serio estos asuntos de visión histórica que los chinos ponen en duda, e intentan atender a los llamamientos de los paises vecinos. Pero si continúa esta violencia, es posible que la confrontación emocional ensordezca a las voces más sensatas de ambas partes."

Al día siguiente, el Asahi, en otro editorial de su edición del 12 de abril, preguntaba: "Quién se podría imaginar hasta hace poco que las relaciones con China podrían llegar a deteriorarse hasta este punto ?" "Las relaciones con Asia, y con China en especial, han sido uno de los pilares fundamentales de la diplomacia de Japónporque siempre se había considerado que la construcción de una relación estable con el gigante vecino era esencial para la seguridad y prosperidad de Japón en el futuro. Desde el pasado, todos los diplomáticos, los primeros ministros y los políticos anteriores, ya fueran de los partidos del gobierno o de la oposición, han tenido esto presente y siempre se han esforzado por estrechar la relación paso a paso. Las relaciones económicas bilaterales se han ampliado hasta puntos inimaginables en el pasado, y las bases de las relaciones entre los dos países debían de ser muy firmes", afirmaba el editorial a la vez que se preguntaba: "Por qué, entonces, ha sucedido todo esto?"

El editorial aludía a varios factores de política interior en China como posibles causas: las incertidumbres y el descontento sociales derivados del rápido crecimiento económico del país, causa a su vez de enormes desigualdades en las rentas, o la "educación patriótica" a la que tanta importancia se le dio en los años 90, causante en gran medida del antagonismo contra Japón entre los jóvenes. Apelaba al gobierno chino para que les otorgue la consideración oportuna y tome medidas necesarias para acabar con esta violencia. Pero el periódico criticaba, a su vez, las visitas del primer ministro, Junichiro Koizumi, al Santuario de Yasukuni como causa directa del empeoramiento de las relaciones bilaterales.

El Sankei Shimbun, por otra parte, si bien reconocía "la existencia de un sentimiento anti-japonés en China a causa de la cuestión histórica y la oposición al intento de Japón de adquirir la condición de miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU", criticaba al país "por llevar a cabo una educación patriótica que se mantiene firme en su propio concepto de la historia como la "verdad absoluta" y por tratar de obligar a Japón a aceptarlo. Las últimas campañas anti-japonesas reflejan el efecto de este tipo de educación y de actitud hacia Japón", decía el periódico en su editorial del 10 de abril. El periódico también criticaba la opinión del Ministro Portavoz de Gabinete, Hiroyuki Hosoda, mencionada durante una conferencia de prensa: "La simple condena de las manifestaciones calificándolas de indignantes no conduce a ninguna parte." "Respuestas conciliadoras del estilo de 'Japón también tiene su parte de responsabilidad' o 'No provoquemos a China' han contribuido a la creación del interminable círculo vicioso en que se ha convertido la amenaza China contra Japón", afirmaba el periódico en su editorial del 12 de abril.

Preocupación por un posible efecto negativo sobre las florecientes relaciones económicas
Los tres factores que la prensa japonesa cita como los antecedentes de esta erupción de violentas manifestaciones anti-japonesas en China-la educación patriótica, la creciente frustración de los ciudadanos por las cada vez mayores disparidades económicas, y el uso generalizado de la Internet. Por ejemplo, el corresponsal en Hong Kong del Yomiuri Shimbun escribía sobre la manifestación anti-japonesa en Shenzhen el pasado 3 de abril: "El gobierno chino, desde el incidente de Tiananmen en 1989, ha llevado a cabo una educación de lo más patriótico en la escuela, lo que ha contribuido a producir 'generaciones de jóvenes veinteañeros y treintañeros de un fervor patriótico exacerbado', que son los que han conseguido orquestar esta movilización de masas a través de la Internet."
Una corresponsal del Nihon Keizai Shimbun en Beijing informaba de lo que ella describía como "la existencia de un magma que amenaza latente desde el fondo de la sociedad china". "Muchos trabajadores inmigrantes internos participaron en las manifestaciones arrojando piedras. El descontento con la desigualdad social debida a la disparidad económica y a la corrupción entre los altos funcionarios ha alcanzado el punto límite", escribía.

Dado que los supermercados japoneses de Chengdu, Beijing, Guangzhou y Shenzhen sufrieron los destrozos causados por los manifestantes, y que otros negocios japoneses también fueron objetivo de estos ataques, ya fueran físicos o verbales, cada vez preocupa más que las inversiones japonesas en China puedan resultar perjudicadas por las secuelas derivadas de la tensión política. Se teme que los productos japoneses sean boicoteados en todo el país.

El editorial del 11 de abril del Mainichi Shimbun se refería al "riesgo chino" como el riesgo especial que conlleva toda actividad económica en China, y escribía: "se puede decir que las manifestaciones populares son un "riesgo chino" porque se transforman fácilmente en turbas violentas; las fuerzas que agitan el sentimiento anti-japonés con una retórica racialmente discriminatoria también son un "riesgo chino". "Pero, en realidad, muchos productos japoneses se fabrican en China, fabricados por trabajadores chinos, y, por consiguiente, el boicot es poco razonable", argumentaba el periódico.

Al señalar que el clima anti-japonés parece que se está utilizando para atacar a determinadas compañías japonesas, el Mainichi Shimbun ponía en duda, en su editorial del 13 de abril, el intento de China de adquirir la condición de país con una economía de mercado en la Organización Mundial de Comercio. Decía: "Las manifestaciones anti-japonesas están atacando a las compañías japonesas, y las autoridades chinas no están haciendo nada para impedirlo. Las imágenes han dado la vuelta al mundo". También argumentaba: "Si China difunde esta impresión de ser un mercado especial con un riesgo político, tendrá muy difícil llegar a adquirir la condición de país con una economía de mercado". El país será tratado como un país sin una economía de mercado durante los 15 años posteriores a su ingreso en la OMC el año 2001, lo cual hará que sus productos experimentes diversos contratiempos en el comercio internacional. "Quién será el más afectado por la inquietud que se ha suscitado en el sector industrial japonés? China debería considerar esto detenidamente", advertía el periódico.

La reunión de trabajo entre los Ministros de Relaciones Exteriores de China y Japón terminaron en un callejón sin salida, la cumbre puede ser la clave para salir de este callejón
La reunión de trabajo entre los Ministros de Relaciones Exteriores de Japón y China en Beijing, sostenida inmediatamente después de las manifestaciones violentas anti-japoneses que ocasionaron los daños en la embajada y los consulados generales japoneses, no produjo los resultados deseados por ninguna de las dos partes. Las relaciones de los dos países han quedado en un estado de alta tensión que buscarían soluciones durante una posible cumbre entre los máximos dirigentes de los dos países -el Primer Ministro, Junichiro Koizumi, y el Presidente, Hu Jintao- que asistirán a la Conmemoración del Cincuenta Aniversario de la Conferencia Afroasiática de 1955 que se celebrará en Bandung, Indonesia .

No obstante, parecía que los ministros de Relaciones Exteriores compartían al menos la idea de que los dos gobiernos no podían permitirse que las relaciones bilaterales empeorasen aún más. Porque si llegara a producirse este supuesto, el daño sería desastroso y tendría un gran coste en tiempo y energía devolver las relaciones a la normalidad. A lo que habría que añadir el efecto que tendría sobre la zona, desde el punto de vista de la credibilidad internacional de China y de la economía, dada la importancia que tiene para cada uno de los países que sus dos economías crezcan con prosperidad.

Cuando el ministro de Relaciones Exteriores de Japón, Nobutaka Machimura, viajó hasta la capital china el pasado domingo 17 de abril, el propósito más importante de la visita era exigir una disculpa y una compensación del gobierno chino por los daños causados por los manifestantes violentos a la embajada japonesa en Beijing, a los consulados generales de otras ciudades y a las empresas japonesas. En Japón se creía que era totalmente legítimo que exigieran una disculpa y una compensación puesto que las autoridades chinas consintieron claramente este vandalismo. Esto ha quedado demostrado por las imágenes que se vieron en televisión en las que la policía se quedaba parada mirando cómo los manifestantes se volvían como fieras. Los japoneses insisten en que es una violación de las Convenciones de Ginebra, que exigen a cada gobierno que haga todo lo posible para proteger las embajadas y delegaciones diplomáticas de otros países.

Sea como fuere, el ministro chino de Relaciones Exteriores, Li Zhaoxing, se negó rotundamente a pedir disculpas y a ofrecer una compensación al decirle en primer lugar a Machimura que Japón era el culpable de todo lo acontecido por no haber abordado adecuadamente la cuestión histórica (que atañe a los actos japoneses en China antes y durante la Segunda Guerra Mundial). El revés de Li a Machimura tan sólo ha contribuido a hacer resaltar la aparente irresponsabilidad e incongruencia del gobierno chino, lo cual ha inducido a todos los principales periódicos japoneses a criticarlo.

El Asahi Shimbun, por lo general un periódico afable con China, advertía al gobierno chino en su editorial del 18 de abril: "Los dirigentes de Beijing no parecen lo suficientemente preocupados por que las protestas anti-japonesas hayan degenerado en violencia." En otro lugar de la misma columna, también se describía esta clara tolerancia del gobierno chino para con la violencia basada en la retórica de que "Con el patriotismo no hay culpabilidad", que gritaban los manifestantes, como algo que no puede considerarse "como una conducta propia de un país que se rige por las leyes".

En otro ejemplo, el Nihon Keizai Shimbun, en su editorial del 18 de abril, hacía referencia a la violencia contra las instalaciones japonesas en Shanghai, diciendo: "el daño sufrido por la imagen de Shanghai como capital comercial internacional ha sido inconmensurable. La razón por la que las manifestaciones se tornaron violentas fueron las continuas declaraciones del gobierno chino que atribuían a Japón toda la responsabilidad." El Mainichi Shimbun, también en su editorial del 18 de abril, escribía: "Es deplorable que el gobierno chino se haya aferrado a la postura de que la responsabilidad debe recaer en Japón y se haya negado a pedir disculpas." Decía que "el gobierno chino está obligado por la convención internacional a garantizar la seguridad de las embajadas y delegaciones diplomáticas de otros países. China, ahora en su calidad de miembro de la Organización Mundial de Comercio, no debería faltar a su deber de salvaguardar la seguridad de las empresas extranjeras que tienen intereses en el país."

Tanto el gobierno como los medios de comunicación japoneses, además del público en general, han mostrado hasta ahora una clara moderación para evitar una escalada en la confrontación emocional. Sus razones separan claramente las cuestiones de la violencia china en las recientes campañas anti-japonesas y las relacionadas con la historia sobre las que China sigue protestando. Sin embargo, a algunos les preocupa que si el gobierno chino continúa con la retórica de renunciar a asumir su responsabilidad, esto pudiera volverse en su contra. "No obstante, si los actos de violencia dirigidos por los manifestantes contra los intereses japoneses continúan sin que las autoridades chinas acepten asumir la responsabilidad por ellos, los argumentos de Beijing perderán toda su fuerza. También creará un clima adverso para los japoneses que están tratando de hacer frente a la historia de Japón y mejorar las relaciones con China", argumentaba el Asahi Shimbun.

"Este periódico se ha opuesto a las visitas del Primer Ministro Koizumi al Santuario de Yasukuni, donde entre los millones de los caídos de la guerra se encuentran las cenizas de algunos de los criminales de guerra de Clase A", opinaba el Nihon Keizai Shimbun en su editorial del 18 de abril, aduciendo que "Japón debería escuchar el razonamiento chino, según el cual las visitas son contrarias al espíritu del comunicado conjunto de 1972 con el que se normalizaban las relaciones diplomáticas y en el que se decía que Japón se arrepiente y medita profundamente su responsabilidad por los enormes daños causados al pueblo chino durante la guerra". El periódico también ponía en duda la enseñanza de la historia en China, en la que se da extremada importancia a la Guerra Chino-Japonesa (1937-1945), mientras que, por su parte, China critica con dureza determinados libros de texto de Japón. "Si los dos países pueden reducir este profundo distanciamiento por medio de la investigación histórica conjunta, contribuiría a la estabilidad de las relaciones bilaterales", decía.

El Yomiuri Shimbun, por otra parte, no le daba importancia a la afirmación china sobre la visita al Santuario de Yasukuni y a los libros de texto de historia al considerarlos como "asuntos de política interna de Japón" en su editorial del 18 de abril. Escribía que "tener los mismos conceptos históricos es imposible. A diferencia de lo que sucede en Japón, donde la libertad académica está garantizada y hay varias teorías sobre la historia, en China tan sólo se imparte la teoría oficial aprobada por el Partido Comunista, en lo referente, por ejemplo, al número de muertos en el incidente de Nanjing". También decía lo siguiente: "En Japón, a diferencia de lo que ocurre en los países totalitarios donde gobierna la dictadura de un solo partido, no es posible unificar ni censurar los conceptos de la historia, las ideas ni los credos." Sin embargo, el comentario del Nihon Keizai Shimbun en su editorial del 18 de abril presenta una opinión que resume el sentimiento japonés: "A pesar de que las masas de manifestantes chinos hayan vuelto a incurrir en actos ilegales, es simbólico que los medios de comunicación extranjeros consideren responsables a las dos partes. Apelamos una vez más al Primer Ministro Koizumi para que explique cumplidamente su política asiática."

La cumbre puede ser la clave para salir de este escollo
Dado que las conversaciones entre los Ministros de Relaciones Exteriores de los dos países han acabado en un callejón sin salida, la cumbre entre el Primer Ministro japonés y el Presidente chino, cuya celebración está prevista para el 22 de abril en Bandung, puede ser la clave para salir de este escollo y evitar un mayor deterioro de las relaciones entre los dos países, algo que podría causarles un daño irreparable en el futuro. "Si el enfrentamiento persiste, las dos partes pierden. Los beneficios que se pueden obtener mediante la cooperación son mucho mayores que las consecuencias resultantes de un enfrentamiento", escribía el Asahi Shimbun en su editorial del 20 de abril, en el que apelaba a los dos dirigentes para que refrenaran los impulsos del nacionalismo dentro de sus respectivos países. El Nihon Keizai Shimbun, en su editorial del 20 de abril argumentaba lo siguiente: "Ya sean capaces los dos países de forjar una relación de coprosperidad y coexistencia o se empeñen en seguir por el sendero de los perdedores estancados en el enfrentamiento y en el conflicto-las relaciones entre China y Japón se encuentran en una grave coyuntura en estos momentos."

En la cumbre entre Japón y China, los dos mandatarios concordaron en evitar el empeoramiento de las relaciones bilaterales, pero aún quedan cuestiones complicadas por resolver

La cumbre entre China y Japón celebrada en Yakarta sólo ha permitido, a duras penas, enderezar las maltrechas relaciones bilaterales, sin embargo, se puede decir que al menos han conseguido el objetivo inicial de producir este encuentro. De no haberse producido este encuentro, las relaciones entre los dos países, que atraviesan, según se dice, su peor momento desde la normalización diplomática de 1972, podrían haberse sumido en enormes dificultades, tal y como sugería el Nihon Keizai Shimbun en su editorial del 24 de abril.

Si se han salvado de un deterioro aún mayor, ha sido porque al menos el Primer Ministro de Japón, Junichiro Koizumi, y el Presidente de China, Hu Jintao, comparten la idea de que los dos países ya no pueden permitirse un mayor empeoramiento de sus relaciones. Los dos líderes se reunieron en Yakarta el 23 de abril al margen de la Cumbre Afroasiática que conmemoraba el 50 aniversario de la Conferencia Afroasiática de 1955 celebrada en Bandung. Pero el suspiro de alivio que supuso el compromiso para "intensificar las relaciones de amistad" fue efímero, puesto que para lo único que sirvió fue para tapar el fuego. El Asahi Shimbun, en su editorial del 24 de abril, lo describía así: "Es como poner una tirita en una herida para parar la hemorragia momentáneamente, sin aplicar ningún tratamiento específico sobre la herida."

Hu Jintao no quiso disculparse ni ofrecer compensación alguna por los daños causados a las instalaciones de delegaciones diplomáticas y otras instituciones japonesas durante las violentas manifestaciones de días anteriores. Por este motivo, la conferencia cumbre ha dejado a los medios de comunicación japoneses con la seria sospecha de que estas manifestaciones y este sentimiento anti-japoneses, que han hecho presa en la capital y en otras ciudades, podrían volver a estallar en cualquier momento, supeditadas a la intención y a la voluntad de las autoridades chinas. "Esta última serie de manifestaciones anti-japonesas ha planteado de nuevo la pregunta de si China es un país en el que se puede confiar", comentaba el Sankei Shimbun en su editorial del 24 de abril sobre la cumbre.

El Yomiuri Shimbun, en su editorial del 24 de abril, afirmaba también en relación con la cumbre, que "China ha admitido públicamente ser un país que no reconocería una trasgresión de la ley internacional ni tampoco pediría disculpas por ello".

El Mainichi Shimbun, en su editorial del 24 de abril, señalaba lo siguiente: "la conferencia cumbre puede ser valorada positivamente, puesto que ha puesto freno a un empeoramiento de las relaciones. Pero el Presidente Hu hizo mención a la cuestión de la historia, incluidas las visitas del Primer Ministro al Santuario de Yasukuni, y no modificó su postura de comprensión con las manifestaciones anti-japonesas. Esto resulta lamentable a tenor del sentido común la comunidad internacional." Una mayoría de ciudadanos japoneses pensaba que Koizumi se había equivocado al no insistir oficialmente en que Hu se disculpara y ofreciera una compensación durante el transcurso de la conferencia cumbre. Una encuesta de opinión realizada por el Asahi Shimbun tras la conferencia cumbre ha revelado que el 56% de los encuestados compartía esta opinión. Muchos comentarios de prensa sostenían que Japón ha perdido en favor de China al no haber exigido una disculpa con firmeza. Según unas declaraciones a algunos periódicos de Tomoyuki Kojima, reconocido experto en asuntos chinos de la Universidad de Keio, "Japón ha hecho demasiadas concesiones a China en este sentido." Lo que quería decir con esto es que ahora es posible que las autoridades chinas consideren a Japón como un país que puede ser intimidado por medio de manifestaciones violentas que los dirigentes chinos pueden orquestar prácticamente a su antojo. Los japoneses afectados parece que se están preparando para otras posibles olas de manifestaciones anti-japonesas a lo largo de este año, especialmente durante las fechas en que se conmemora el 60 aniversario de la victoria del Partido Comunista Chino sobre las fuerzas de ocupación japonesas. La más cercana es la del 4 de mayo, una fecha asociada a las campañas anti-japonesas de la revolución de 1919 que derrocaron a la Dinastía Ching.

En comparación con la que se considera una postura demasiado conciliadora del Primer Ministro Koizumi, de quien los medios de comunicación dicen que se ha precipitado en su afán de normalizar temporalmente las relaciones con China, el ciudadano medio japonés cree que China exige demasiado. El 71% de los encuestados en el sondeo realizado por el Asahi Shimbun rechazaba la exigencia del Presidente Chino Hu a Koizumi, según la cual el arrepentimiento y las disculpas sobre la historia (en lo que respecta a la conducta de los japoneses contra los chinos durante la guerra) deben traducirse en acciones.

Esta opinión refleja el hartazgo de los japoneses por la contínua exigencia de una disculpa, tal y como quedó de manifiesto en el discurso que Koizumi pronunció ante la Cumbre Afroasiática de 2005. En él expresaba un "profundo arrepentimiento" por el dolor ocasionado por Japón a sus vecinos de Asia. Este discurso fue una repetición de las declaraciones realizadas en 1989 por el entonces Primer Ministro, Tomiichi Murayama.

El Yomiuri Shimbun, en su edición del 24 de abril, resumía esta opinión de la siguiente manera: "La acusación de China y Corea del Sur de que Japón no tiene en consideración su pasado es una imputación suya y una distorsión de una realidad histórica. Desde que en la declaración conjunta de 1972 entre China y Japón, éste expresara su profundo sentimiento de arrepentimiento y reconociera el gran daño causado al pueblo chino durante la guerra, el país ha expresado oficialmente su arrepentimiento y ha pedido perdón hasta en más de 20 ocasiones, ya fuera en conferencias cumbre o en diversos documentos."

Sin embargo, en lo que respecta a las visitas del Primer Ministro Koizumi al Santuario de Yasukuni, hecho que se ha convertido en símbolo crítico de la controversia que enfrenta a China con Japón, el 48% de los encuestados en el sondeo de opinión realizado por el Asahi Shimbun pensaba que debería dejar de realizarlas, comparado con el 36% que se mostraba a favor de que siguiera realizándolas.

El editorial del 24 de abril del Nihon Keizai Shimbun escribía lo siguiente: "No hay duda de que la visita del Primer Ministro al Santuario durante estos últimos cuatro años ha despertado sensibilidades en los pueblos vecinos. Al no haber resuelto este problema, las continuas disculpas del Primer Ministro no van a lograr ningún avance significativo."

El Mainichi Shimbun también hacía referencia a la visita al santuario: "Es cierto que las continuas visitas del Primer Ministro al Santuario de Yasukuni, lugar en el que, además de los millones de caídos en la guerra, se honra a criminales de guerra de "Clase A", es uno de los asuntos al que se refiere el Presidente Hu cuando exige acciones que respalden la disculpa japonesa."

El Asahi Shimbun, en su editorial del 24 de abril, insistía en que Koizumi "explicara con más seriedad las cuestiones históricas en respuesta a la desaprobación de los pueblos vecinos por su visita al santuario."

El Yomiuri Shimbun, en su editorial del 24 de abril, decía: "El Presidente Hu dijo que el "sentimiento de arrepentimiento debería traducirse en acciones." De ser así, China también debería acabar con su enseñanza patriótica y anti-japonesa con "acciones". Estados Unidos y los países europeos están empezando a advertir que la enseñanza de la historia en China está distorsionando la realidad a conveniencia del Partido Comunista."

Parece, después de todo, que la clave de la mejora en las maltrechas relaciones entre los dos países radica en que se produzca un sincero seguimiento de esta conferencia cumbre. El editorial del Mainichi Shimbun señalaba que "el Presidente Hu mencionó el asunto de Taiwán para pedir que Japón no apoyara la independencia de Taiwán. El Presidente chino mostró recelo por el hecho de que durante la reunión del Comité Consultivo sobre Seguridad entre Japón y EE.UU. (Reunión de 2+2) la cuestión del Estrecho de Taiwán se hubiera convertido en un "objetivo estratégico" común tanto para Japón como para EE.UU., algo que interpretó como un cambio de la política japonesa hacia una línea dura en sus relaciones con China". Argumentó, además, que la cumbre sólo había servido para poner de manifiesto el enorme abismo que separa a los dos países: "Para que puedan estabilizarse las relaciones, se debe dialogar a todos los niveles. La cumbre ha sido el primer paso." Esto significa que los máximos dirigentes de los dos países deberán tratar de hacer todo lo posible para no sucumbir al nacionalismo más incendiario, tal y como afirmaba el Ex-Primer Ministro, Yasuhiro Nakasone, en el Yomiuri Shimbun el pasado día 19 de abril.

El acuerdo alcanzado por Fuji TV y Livedoor tras una controvertida batalla de adquisición deja muchas lecciones al mundo empresarial y al sector de los medios de comunicación

La controvertida batalla de adquisición librada por Livedoor Co., Ltd. y Fuji Television Network, Inc. para hacerse con el control de Nippon Broadcasting System (NBS), que mantuvo en vilo a la nación durante más de dos meses, acabó en un acuerdo amistoso el 18 de abril, tras comprometerse las dos compañías a constituir una cooperación empresarial y de capital. Sin embargo, ha dejado para el mundo empresarial, al sector de los medios de comunicación japoneses, así como a los funcionarios del gobierno importantes lecciones que han conmocionado al panorama del ambiente empresarial. Aún no se conocen, con tanta inmediatez, ni el resultado final ni el verdadero ganador, pero una cosa ha quedado clara: este intento de una compra hostil entre un importante grupo de medios de comunicación y una empresa emergente, en muchos aspectos poco frecuente en Japón, ha tenido un profundo efecto educativo tanto para las empresas japonesas como para el público en general.

Desde enero, Fuji Television Network ha tratado de lanzar una oferta pública de adquisición con el objetivo de convertir a NBS en una de sus filiales mediante la adquisición de más del 50% de sus acciones. Una mañana de febrero, y en una maniobra considerada dudosa, cuando no ilegal, Livedoor compró más de un tercio de las acciones de NBS fuera del horario de negociación bursátil. La batalla por la compra que comenzó a primeros del mes de febrero fue objeto de una inusitada atención pública, puesto que quien la libraba era Livedoor, una compañía de servicios de Internet emergente que apuntaba al antiguo sistema obtenido de los medios de comunicación. NBS es una emisora de radio de AM dueña del 22,5% de Fuji TV, eje a su vez del gigante del Fujisankei Communications Group. Según se cree, el verdadero objetivo de la compañía de Internet era Fuji TV, una cadena de televisión de primer orden, objetivo que intentaría conseguir mediante la compra de NBS.

En una dura batalla, Livedoor consiguió hacerse con una participación mayoritaria de NBS, mientras que Fuji TV incrementó a un tercio su número de acciones de NBS. Se decía que Livedoor estaba dispuesta a controlar la gestión de NBS para después, partiendo desde esta base, comprar acciones de Fuji TV. Alarmados por la maniobra de Livedoor, NBS y Fuji TV entraron en una lucha desesperada para defenderse de Livedoor: el 23 de febrero NBS decidía emitir un gran número de derechos preferentes para la suscripción de acciones nuevas en beneficio de Fuji Television; esta medida le permitiría disminuir la ratio de participación accionarial de Livedoor en NBS (si esta maniobra hubiera salido adelante, la participación de Livedoor, a partir del 23 de febrero, podría haber caído a un 16% con respecto al 40% anterior). Sin embargo, el pasado 11 de marzo el Tribunal de Distrito de Tokio y el Tribunal Superior dictaron una sentencia en contra de esta maniobra, de ahí que no se llegara a concretar.

No obstante, Livedoor no podía hacer nada más. Probablemente consideró la situación y se convenció de que no podría conseguir el control de Fuji TV. La compañía decidió, por consiguiente, negociar un acuerdo pacífico con Fuji TV. En el acuerdo alcanzado el 18 de abril, Livedoor se comprometía a vender todas las acciones de NBS acumuladas y a emitir nuevas acciones en concepto de asignación a terceros a favor de Fuji TV. Livedoor recuperó un poco más del coste acarreado por la adquisición de las acciones de NBS (aproximadamente 103.000 millones de yenes) y obtuvo más de 44.000 millones de yenes en efectivo con la emisión de nuevas acciones a favor de Fuji TV. Livedoor también sellará un pacto empresarial con Fuji TV para explotar las nuevas oportunidades que ofrece la fusión del negocio de la televisión e Internet.

Además de transmitir la imagen de ser una emergente empresa emprendedora que ha desafiado a la vieja guardia del mundo convencional de los medios de comunicación y de alterar el antiguo sistema empresarial y sus prácticas, no está claro aún qué es lo que en realidad ha conseguido Livedoor. Es posible que todo acabe siendo un caso de denominado "green-mailer", en el que un inversor trata de beneficiarse de las acciones adquiridas al intentar revenderlas a la misma sociedad emisora. Takafumi Horie, de 32 años y presidente de Livedoor, es el abanderado de la generación más joven que se ha atrevido a desafiar a la vieja cultura empresarial japonesa y a sus prácticas. A pesar de haber realizado comentarios provocativos sobre los medios de comunicación tradicionales, como por ejemplo: "el Fujisankei Communications Group debería reforzar su sector de entretenimiento. Las cosas no cambiarían ni aun cuando los periódicos levantaran la voz o se publicaran nuevos libros de texto" (edición del 22 de febrero del semanario AERA) y "No nos hace falta esa clase de periodismo que ustedes tienen en mente (por ejemplo, la investigación de fraudes o periodismo de investigación)" (edición del 5 de marzo del Mainichi Shimbun), Takafumi Horie nunca ha aclarado qué es lo que en realidad se propone conseguir mediante lo que él denomina fusión de televisión y de Internet, aunque su intento de hacerse con el control de la TV y de otros medios de comunicación tradicionales sí ha servido para suscitar un debate sobre el futuro de los medios de comunicación. La libertad de prensa y el periodismo responsable son las bases de la democracia. Muchas personas del mundo del periodismo han criticado las ideas de Horie porque no tienen en cuenta el carácter público ni la misión de los medios de comunicación.

La cuestión más importante planteada por esta batalla de adquisición tenía que ver con las mal definidas normas por las que se rigen las compras de empresas, las fusiones y las adquisiciones en Japón. La compra del 35% de las acciones de NBS, que Livedoor llevó a cabo fuera del horario de negociación bursátil, no es que fuera ilegal, es que iba claramente en contra del principio de que la adquisición de un gran paquete de acciones para absorber a una empresa debe efectuarse mediante una oferta pública de adquisición. Se emprenderá una serie de cambios para prohibir este tipo de operaciones fuera del horario de negociación bursátil. La sentencia del tribunal fue contraria a esta decisión de NBS de emitir derechos preferentes para la adquisición de acciones nuevas en beneficio de Fuji TV, porque interpretó que se hacía pensando en proteger a los actuales directivos y no en el beneficio de los accionistas.

Otro problema ha sido la falta de una normativa en el régimen jurídico empresarial japonés que acoja medidas protectoras efectivas contra las adquisiciones hostiles. La ausencia de una normativa bien definida, en la que se incluyan los criterios para la introducción de la denominada píldora envenenada -nuevas emisiones de acciones para reducir el porcentaje de la participación de compradores hostiles-, ha causado que muchas compañías sean remisas a adoptar este tipo de contramedidas por temor a una posible demanda interpuesta por los accionistas. Al mismo tiempo, también preocupa que se pueda abusar de estas medidas protectoras para el beneficio de los directivos, a menos que los accionistas puedan disponer de un mecanismo que les permita supervisar de manera rigurosa.

El intento de la compra hostil lanzado por Livedoor, que parecía diferenciarse bastante de las antiguas prácticas empresariales japonesas, de su forma de pensar y de sus acuerdos tácitos, puso a las corporaciones a buscar formas de autoprotección, como por ejemplo la subida de dividendo por acción, y obligó al gobierno a estudiar la modificación de la normativa de aplicación. En vista de los altísimos valores de mercado de muchos de los gigantes corporativos americanos y europeos que ridiculizan a los de sus homólogos japoneses, han empezado a preocuparse de que éstos se conviertan en presa fácil de cualquier compra lanzada por aquéllos, a menos que existan medidas protectoras para las empresas y del régimen jurídico empresarial.

A quién pertenece una compañía?

Por último, se ha surgido la cuestión de "Quién es el verdadero dueño de una compañía" debatida ampliamente en el proceso de la batalla entre Livedoor y Fuji TV, puesto que, según palabras de los críticos, no ha tenido en cuenta los intereses de los accionistas ordinarios de estas compañías, ni tampoco los de otras partes interesadas, incluidos los empleados. Es probable que el debate continúe porque lo que se está poniendo en duda es la cultura empresarial japonesa y sus prácticas, hasta ahora poco pendientes de los intereses de los accionistas, si bien es cierto que también suele mirarse con recelo el método americano en el que prevalece la supremacía del accionista.

Aunque el desafío de Livedoor es posible que haya causado más revuelo que auténtico perjuicio, al menos será recordado por su profunda repercusión tanto en la cultura empresarial japonesa y en sus prácticas como en el sector de los medios de comunicación que gozaba de los intereses obtenidos. Los comentarios de la prensa han sido en general positivos en lo que se refiere a su efecto educativo. El Asahi Shimbun comentaba en su editorial del 19 de abril: "Ha sido trascendental que el mundo académico, el político y de los negocios hayan participado en el gran debate sobre 'qué es una compañía?'" A lo que añadía: "no hay duda de que este acontecimiento ha traído el espíritu de los nuevos tiempos a la sociedad empresarial". El Mainichi Shimbun también elogiaba, en su editorial del 19 de abril, "el gran efecto instructivo que ha tenido en los ciudadanos al familiarizarlos con las transacciones bursátiles, como demuestra el hecho de que tecnicismos como M&A (fusiones y adquisiciones) se hayan popularizado en programas de TV dirigidos a amas de casa."





© Copyright 2012 Embajada del Japón en la Rep. Dom. Todos los derechos reservados. ®