Inauguración del Ministerio de Defensa: Kyuma es nombrado el "primer" ministro de Defensa
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El nuevo Ministerio de Defensa fue inaugurado formalmente el pasado 9 de enero. Durante la ceremonia que celebraba la adquisición del rango de ministerio por parte de la antigua Agencia de Defensa, el primer ministro, Shinzo Abe, describía esta medida como "el final del régimen de posguerra y un gran paso adelante, y como la base para la construcción de una nueva nación". Observaba, además, que este nuevo ministerio "significaba que Japón ha alcanzado la madurez como nación democrática y la disposición de Japón y del pueblo japonés para asumir un papel responsable en el mantenimiento de la paz y la estabilidad de la comunidad internacional". Fumio Kyuma, Director de la Agencia de Defensa, fue nombrado como nuevo Ministro de Defensa. |
El primer ministro Abe: "El final del régimen de posguerra y la base para la construcción de una nueva nación"
Con la entrada en vigor de las leyes relacionadas con la elevación del rango de la Agencia de Defensa, cuya aprobación tuvo lugar durante la última sesión extraordinaria de la Dieta, la Agencia de Defensa, creada en 1954, dejó de ser un organismo externo de la Oficina del Gabinete para transformarse en un ministerio independiente con el mismo nivel que los demás ministerios gubernamentales japoneses. Durante la ceremonia, el recientemente nombrado ministro de Defensa Kyuma dijo: "Los constantes esfuerzos a lo largo de todos estos años por fin han dado su fruto. Esto demuestra que el Ministerio de Defensa y las Fuerzas de Autodefensa cuentan por fin con la aprobación general del pueblo japonés". Señalaba que "el nacimiento del Ministerio de Defensa no es el objetivo, sino más bien el comienzo de un nuevo programa de políticas" y apuntó a que seguiría trabajando para lograr respuestas a la situación de Corea del Norte, a la reestructuración de las tropas de EE.UU. en Japón, al impulso de las actividades de cooperación internacional de las Fuerzas de Autodefensa, así como a otras cuestiones.
Éste es el primer ministerio desde la reorganización de los ministerios y agencias gubernamentales de enero de 2001. Con la adquisición del rango de ministerio, el nuevo Ministerio de Defensa podrá ahora proponer medidas legislativas durante las reuniones del gabinete y presentar peticiones ante el Ministro de Finanzas sin tener que pasar antes por la Oficina del Gabinete. La principal responsabilidad de la defensa nacional pasará del primer ministro a manos del ministro de Defensa, pero, a fin de poder mantener el control civil sobre las FDA, el primer ministro seguirá siendo el comandante en jefe supremo con autoridad para ordenar su movilización por motivos defensivos y poder mantener el estado de derecho. Como medida para incrementar su capacidad como organismo normativo, el Ministerio de Defensa disolverá en septiembre la Agencia para la Administración de las Instalaciones de la Defensa y realizará otros cambios en su organización.
El despliegue de las FDA en el exterior, como, por ejemplo, en las operaciones de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz (O.M.P.), que hasta ahora había sido considerado como una misión auxiliar, fue reclasificado el 9 de enero como misión principal de este nuevo ministerio, en un intento de destacar las iniciativas de las FDA en las empresas de cooperación internacional para la paz. Hasta la fecha, entre las principales actividades de las FDA en el exterior se cuentan el envío de dragaminas al Golfo Pérsico en 1991, la participación en las operaciones para el mantenimiento de la paz en Camboya y en otros lugares, el estacionamiento de tropas en Iraq y el apoyo en el suministro de combustible en el Océano Índico.
En su discurso del 10 de enero, el Presidente Bush presentaba una nueva política que, por el momento, giraba en torno a un aumento de la intervención militar estadounidense. Esta nueva política incluye: (1) un aumento provisional de 21.500 soldados estadounidenses en Iraq; (2) una nueva provisión de 1164 millones de dólares (unos 138.500 millones de yenes) para la reconstrucción de Iraq; (3) impedir la influencia iraní y siria en Iraq; (4) intensificar la eliminación de la insurgencia armada en Iraq con la cooperación del ejército de EE.UU.; y (5) la transferencia de la responsabilidad de la seguridad a las fuerzas de seguridad iraquíes en noviembre de este año. Los principales periódicos de Japón informaban sobre esta nueva política de forma destacada en sus portadas y en las páginas de noticias internacionales de sus ediciones vespertinas del 11 de enero, y los cinco diarios de tirada nacional publicaban editoriales en sus ediciones matutinas del 12 de enero en los que examinaban la eficacia potencial de la nueva política del presidente Bush.
Editoriales de los principales periódicos
Los principales periódicos japoneses publicaban comentarios en sus editoriales sobre la inauguración del nuevo Ministerio de Defensa.
En su editorial del 4 de enero, titulado "El Nuevo Ministerio de Defensa: El credo pacifista del Japón de la posguerra debe continuar", el Asahi Shimbun centraba su atención en la afirmación de Fumio Kyuma, el "primer" ministro de Defensa, de que "no se va a producir ningún cambio en los principios de base de la política de Defensa de Japón, como es, por ejemplo, su postura exclusivamente defensiva y la prohibición de todo despliegue de tropas de las FDA en el exterior con fines militares". El Asahi expresaba la esperanza de que "el Gobierno siga firmemente comprometido con el credo pacifista al que se ha adherido el Japón de la posguerra, tal y como ha prometido Kyuma". Al comentar la transformación de la agencia en ministerio, el Asahi recalcaba aún más que "este cambio no debería debilitar el control civil de las FDA ni siquiera un ápice". El Asahi observaba: "El peso político del alto mando militar de las FDA ha aumentado ostensiblemente en los últimos años a través de acontecimientos como la reestructuración de las fuerzas de EE.UU. estacionadas en Japón y el envío de las tropas de las FDA a Iraq". Y advertía: "Sus conocimientos profesionales son esenciales, desde luego, para la formulación de políticas de la Defensa. Pero le corresponde a los legisladores la responsabilidad de controlar sus propuestas y juzgarlas desde un punto de vista más amplio".
El editorial del Mainichi Shimbun (edición del 10 de enero), titulado "Preocupación por lo que ocurra tras esta primera gran medida", explicaba resumidamente tres asuntos que preocupan en relación con el nuevo Ministerio de Defensa. El primero, decía, era "la preocupación de algunos japoneses de que el nuevo ministerio pudiera transgredir la política de seguridad exclusivamente defensiva de Japón". En lo que respecta a esta cuestión, el Mainichi dejaba claro que "esta transformación en ministerio debería considerarse por separado respecto de la institucionalización de las actividades en el exterior por medio de leyes permanentes". El segundo asunto, decía el Mainichi, era la necesidad de "adherirse estrictamente a la política de control civil". Y continuaba: "Es probable que la dependencia de los conocimientos especializados de los oficiales uniformados sea cada vez mayor, pero los legisladores de Japón y los burócratas del Ministerio de Defensa, el contingente 'civil', debería mantener un control estricto sobre las Fuerzas de Autodefensa incluso cuando el Gobierno aproveche al máximo la experiencia y conocimientos militares del nuevo ministerio". Finalmente, el Mainichi consideraba como tercer asunto de preocupación el hecho de que "el Ministerio de Defensa esté haciendo hincapié en su intento de convertirse en un ministerio de formulación de políticas con una presencia activa en la elaboración de estrategias nacionales". Sobre esta cuestión, el Mainichi observaba: "La Oficina del Primer Ministro [Kantei] está considerando actualmente la creación de un Consejo de Seguridad Nacional a la Japonesa que se convierta en la torre de control de las políticas de seguridad de Japón. La Oficina del Primer Ministro ha de asumir una carga de responsabilidad cada vez más pesada al tener que esforzarse por lograr un equilibrio entre el Ministerio de Asuntos Exteriores y el nuevo Ministerio de Defensa".
En su editorial del 8 de enero, "Construcción de un frente unido y vigoroso", el Sankei Shimbun apelaba al nuevo Ministerio de Defensa "para que forjara una política de defensa eficaz en aras de la paz y la estabilidad de Japón y convertirse, tanto de palabra como de obra, en una fuerza fundamental a la hora de impulsar la estrategia de la seguridad nacional de Japón". Y continuaba el Sankei: "El problema es la fricción entre los burócratas civiles y los oficiales uniformados de las Fuerzas de Tierra, Navales y Aéreas de Autodefensa". Al observar que los consejeros de la defensa que asesoran al ministro son todos burócratas, el Sankei decía: "A duras penas podrá ser ésta una postura eficaz para la forja de una fuerza unificada y constituye una situación que debería ser rectificada". El Sankei también tomaba nota del hecho de que el ministro de Defensa Kyuma no apoye completamente el deseo del primer ministro Abe de aprobar una legislación permanente que permita desarrollar las actividades de las FDA en el exterior en cualquier momento. "El nuevo ministro de Defensa debería tener perfectamente grabado en la mente", decía el Sankei, "que su deber es responder ante el comandante en jefe supremo de las Fuerzas de Autodefensa, y esa persona es el primer ministro".
Al titular el editorial del 10 de enero "El Ministerio de Defensa necesita una mayor dosis de humildad", el Nikkei advertía que, si bien la Agencia de Defensa había alcanzado, por fin, su tan añorado sueño de ser elevada en ministerio, debería actuar con prudencia y "mantener una actitud de humildad". El Nikkei señalaba que el Ministerio de Defensa "es una organización enorme con más de 270.000 empleados, entre los que se incluyen los empleados uniformados de las Fuerzas de Tierra, Navales y Aéreas de Autodefensa Un organismo de dimensiones tan gigantescas tiende a ser el caldo de cultivo de una burocracia poco eficiente y de coto cerrado". El Nikkei decía que el Ministerio de Defensa debería "mantener a raya a su propio instinto burocrático y mantener una actitud humilde en sus relaciones con los demás ministerios". Y continuaba: "El aparente desencuentro entre Abe y el ministro de Defensa, Fumio Kyuma, respecto de las nueva legislación que regulará las actividades internacionales de las Fuerzas de Autodefensa resulta muy turbadora. El Sr. Kyuma debería mostrar más humildad".
The Japan Brief
Enero Del 2007
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